El llamado “Códice en Cruz” contiene la Historia antigua de Texcoco (de 1402 a 1556), conforme a lo descrito por el Historiador Lorenzo Boturini (1702-1755). Ha sido reconocido como un “cexiuhamat”, libro en el que los “tlacuilos” anotaban la historia de los antiguos pobladores, después denominados “Anales”. Este Códice, con el Xólotl y los Mapas Quinatzin y Tlotzin (conservados en Francia) constituyen los documentos básicos para acercarnos a la historia del antiguo Señorío de Texcoco y sus aliados.
Relatan la llegada de los llamados “Chichimecas”, sus alianzas, sus guerras, su expansión política y económica, el florecimiento de la Ciudad de Texcoco, la antigua Acolhuacan, el registro de gobernantes, la llegada de los conquistadores, las consecuencias de la conquista y la evangelización. Ésta última parte, amerita subrayarse, porque fue en esta Ciudad, donde por primera vez en el Continente Americano se enseñó el idioma español. Cuando Pedro Aspe era Secretario de Hacienda y Crédito Público logré que en el billete de cien pesos destacara el llamado “Rey poeta”: Nezahualcóyotl, incluyendo uno de los versos que le atribuyen, cuya memoria da para más que eso.
Refiero esta parte de la Historia Antigua de Texcoco porque el domingo pasado vivimos un acontecimiento que nunca hubiera imaginado. Las Alianzas partidistas, en lucha por la próxima gobernadora del Estado de México, convocaron a miles de militantes y simpatizantes para cerrar “precampañas”: mi apreciada paisana, Delfina Gómez Álvarez y Alejandra del Moral Vela. Como alguien me dijo, tal vez sin proponérselo, transformaron a nuestra ciudad en la capital de la competencia electoral, antigua capital política del Estado. Espero que el Cronista de Texcoco haya registrado este acontecimiento.
Me da gusto y por ello felicito el esfuerzo reconocido a mis paisanos de nuevas generaciones de políticos: Higinio Martínez Miranda y Horacio Duarte Olivares, quienes han conducido a un nutrido grupo de texcocanos a lograr esto y más en la competencia política dentro de nuestro estado. Por muchos años hemos luchado por satisfacer las necesidades, aspiraciones, el potencial de los atributos de Texcoco y toda la región Oriente, lo que siempre nos confronta con los grupos de la capital del Estado, a quienes dediqué algún escrito titulado: “el Tolucazgo”, y con quienes he convivido entre amigos y adversarios, por encima de politiquerías.
Una evidencia de los avances ha sido nuestra presencia en el Congreso de la Unión, principalmente en el Senado: Leonardo Rodríguez Alcaine, Manuel Cadena Morales, actualmente Delfina e Higinio, y quien escribe. La destacada participación política de otro aspirante a gobernador: Silverio Pérez Gutiérrez, el Faraón de Texcoco, a quien el Profesor Carlos Hank González cerró el paso, y que Agustín Lara inmortalizó en la gloria de nuestra historia musical, con el bellísimo pasodoble que en su homenaje lleva su nombre, único mexiquense reconocido así. Y muchos más destacados paisanos en diversos campos que denotan indicadores hacia el futuro.
Mauricio Valdés