El programa que propuso la figura de pueblos mágicos fue creado por la Secretaría de Turismo de México y comenzó en el año 2001. Aunque buscaba brindar una oferta turística de acuerdo con las tendencias del mercado y la necesidad de una distribución equitativa de la riqueza, en su implementación y desarrollo ocurrieron varios fenómenos que se contraponen a ello.
Uno de ellos fue la exotización, en la que los rasgos identitarios y aspectos culturales fueron vistos como un producto exótico y con potencial mercantil. Otro fue la gentrificación, donde calles y lugares que tenían viviendas fueron reemplazados por comercios desplazando a sus habitantes a lugares con menores servicios (similar a lo ocurrido con la antigua cantina La Surtidora, que desplazó no sólo uno de los lugares históricos de la ciudad, sino también algunas vecindades para colocar un estacionamiento). Asimismo, lugares de vivienda se convirtieron en alojamientos turísticos, disminuyendo la oferta de residencia y aumentando los costos para la gente que habita el pueblo.
Además, la infraestructura y políticas de gobierno se tornaron en atender al turismo pensando en la corta estancia y no en sus habitantes permanentes, generando conflictos con la gestión de residuos (o basura), el abasto de servicios como el agua o el mantenimiento de áreas públicas por las que no transitan turistas.
Un estudio realizado por Henio Milán y Cecilia Cota en 2020 reflejó que las probabilidades de un lugar para recibir la figura de Pueblo Mágico aumentaban cuando tenían alto grado de desigualdad mayor y una pobreza moderada; aún cuando no se trataba de un requisito, el perfil coincidía con tales características. Y no, el mismo estudio asegura que la llegada del turismo en los pueblos no abatió significativamente la pobreza pero los frutos de económicos beneficiaron ventajosamente a las élites más privilegiadas mientras que el resto de la comunidad fue segregada a dinámicas menos favorables.
Para evitar lo anterior, la planeación debe apuntar a la sustentabilidad y por ello es importante que las instituciones de gobierno estatal y municipal tomen postura ante las nuevas propuestas de turismo.
Twitter @lolcanul