Usted pasa por aquí y aprende algo de ciencia. Solo es cosa de que frene un poco y observe una de las 58 fotografías de gran formato expuestas en una de las galerías más grandes del mundo: las rejas de Chapultepec, sobre Paseo de la Reforma, vecinas del Museo de Antropología, no muy lejos del Auditorio Nacional.
Nada más observe la imagen que guste o que tope por casualidad con su vista, y entonces lea lo que significa.
Y escrute.
Es probable que después tenga otro sentido de la vida o lo hará meditar sobre su entorno.
O lo que representa la vida de otros seres, algunos de ellos minúsculos, como la hormiga reina, que tiene una vida de 30 años; o el murciélago, que es un polinizador imprescindible.
Una de las autoras de estas imágenes es Berenice Otero, doctora en ciencias biomédicas y académica de la UNAM, quien retrató cómo se produce el huevo de una hormiga reina para reproducir a sus hijas y mantener una colonia con ellas.
La doctora obtuvo el tercer lugar con la fotografía del órgano reproductor de una hormiga, durante un concurso organizado la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de esa casa de estudios, y en el que participaron decenas de personas.
—Y cómo le hizo para tomar esa foto— se le pregunta a Otero, entrevistada, como a los demás, en ese tramo de Reforma, por donde el ruido de autos particulares y camiones, sobre todo de estos, es constantes.
—Pongo el tejido bajo el microscopio especializado. Una vez que obtengo ese tejido nos lleva todo un proceso técnico para poder alcanzar marcadores fluorescentes. Hago una fotografía en 3D para poder tomar todos los planos.
—¿Y por qué una hormiga?
—Lo interesante en una hormiga reina es que puede vivir décadas, 30 años, a comparación de las obreras.
Así de simple.
Y agrega para ser más explícita:
—Algo muy interesante en las hormigas reina es que en estos 30 años pueden producir la misma cantidad de huevos durante toda su vida hasta que mueren. Eso significa que hay una relación entre su reproductividad y su longevidad; contrario a lo que pasa en mamíferos, o lo que pasa en nosotros los humanos.
—¿Y luego?
—Entonces yo espero que este tipo de investigación sea una inspiración para futuros proyectos que estén preocupados en la salud reproductiva de las mujeres en caso de que decidan ser madre.
—Hay una intención, no solo afición.
—De hecho algo muy interesante de estas exposiciones es que la ciencia se pueda acercar al público y que de la misma forma que nosotros nos preguntemos ellos también se pregunten. Y yo creo que la curiosidad es lo que nos acerca.
Por eso es que el Bosque de Chapultepec ahora está iluminado por la ciencia.
Son 58 fotografías, 29 de las cuales son ganadoras de un concurso en el que participaron 900 personas, entre alumnos de bachillerato e investigadores de la UNAM y, por primera vez, de organizaciones civiles, categoría de la que salió ganador Jesús Peña, ingeniero de sistemas en Milenio.
—¿En qué consiste este concurso?
La pregunta es para Leticia Monroy Valentino, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y coordinadora del Concurso de fotografía científica.
—El concurso tiene como fin primordial la investigación que se lleva a cabo en la UNAM a través de la imagen.
Están convocados los dos Subsistemas de Investigación, que es el de la Investigación Científica y el de Humanidades. También tienen una categoría para estudiantes de CCH y Preparatoria.
Y por primera vez hubo una categoría abierta al público, que la hicieron en colaboración con la Espacios Naturales y Desarrollo Sustentable, AC.
—Aquí solamente son de ganadores.
—Son 9 ganadores, 20 menciones honoríficas y las demás una selección que hicieron los diferentes paneles de jurados para completar las 58 fotografías que se requieren en este tramo de la galería abierta.
—Lo interesante es que la convocatoria también fue a la sociedad civil, de la que salió un ganador.
—Sí, y Jesús Peña, ganó con una fotografía de murciélagos que llegan a un jardín en flor en Ecatepec.
—En la categoría de Vida silvestre.
—Sí, y una parte de esta categoría era mostrar la coexistencia con la vida silvestre, y aquí se nota, porque en un lugar de Ecatepec hay un maguey en flor donde llegan los murciélagos. Tengo entendido que la gente estaba asustada un poco y ya Jesús les explicó sobre los murciélagos como polinizadores.
Y aquí está Jesús Peña, aficionado a la fotografía desde hace 10 años. Él ganó en la categoría de Vida silvestre, con imágenes de murciélagos que polinizan en flores de agave.
—¿Cómo estuvo?
—Tuve la suerte de que en la unidad habitacional donde vivo hay privadas con áreas verdes. Una noche que llegué a la casa vi que los vecinos estaban espantados porque veían volar algo raro donde había muchos niños jugando. Ya me acerqué y vi que eran murciélagos. Desde ahí empecé a fotografiarlos, además de platicarles que en vez ser un peligro para los vecinos, era beneficioso para la naturaleza, porque son seres polinizadores.
En cuanto a la categoría de investigación UNAM, comenta por su lado Leticia Monroy, “es muy interesante, porque a través de la imagen puede conocer y admirar qué tipo de investigaciones se hacen en la UNAM y cómo eso se refleja en el día a día de las personas”.
—Y motivar…
—Sí, claro, una parte importante es para motivar a los muchachos de bachillerato sobre un abanico de posibilidades de lo que pueden estudiar. Es fomentar las vocaciones. Y más en un escaparate como este, que es la galería más importante de México.
Y entre ellas está Fernanda González Cedillo, de 17 años, estudiante del CCH Oriente, quien obtuvo el primer lugar en Ciencia de Bachillerato. Fotografió un huevo de ajolote.
“El ajolote tiene una gran importancia cultural, en la medicina y en la ecología; el ajolote está muy presente entre los mexicanos”, recuerda la joven González Cedillo.
—Y cómo le hiciste.
—Con un microscopio óptico…
—¿Y cuál era tu intención?
—Invitar a la gente a que conociera un poquito más de este ajolote que, como comentaba, no solamente es lindo, sino que tiene una importancia biológica muy importante para nosotros; además distintas investigaciones están intentando entender cuál es la capacidad celular que les permite la regeneración de extremidades hasta sistemas más complejos y quizás en un futuro se puedan aplicar en humanos y es ahí donde viene el título de mi fotografía: “Esperanza en un huevo”.
Y aquí también está Adrián Lombardo Martínez, estudiante de la Prepa 8, quien ganó el tercer lugar con la foto titulada Detalles microbianos. Fotografió un cultivo bacteriano de un cepillo de dientes. “La foto fue tomada con un microscopio óptico y la cámara de un celular”, explica el joven, quien trabaja en un laboratorio.
—Qué se ve en la foto.
—En las fotos se alcanzan a ver filamentos de color rojizo, unos opacos y otros más claros. Son las bacterias…
—¿Y piensas estudiar la carrera de…?
—Química Farmacéutica Biológica.
Es la galería más grande al aire libre, con 58 fotografías que muestran lo que significa la ciencia y su relación con nuestro entorno. Por más extraños o insignificantes que puedan parecer…algunos seres vivientes.