Deportes

¿Con Faitelson o con Mohamed?

El periodismo de opinión necesita ser provocador. No se trata únicamente de que el comunicador rebusque un título un tanto estridente para encabezar un artículo o para rubricar una emisión televisiva sino de lanzarle declaradas bravatas al respetable público, a sabiendas de que pueden incomodar, parecer inapropiadas o, de plano, hasta ofender a los sujetos más melindrosos.

Y, en el ámbito deportivo hemos visto, desde siempre, a comentaristas lo debidamente pendencieros como para animar inflamadas polémicas y, a su vez, meterles ruido a los rudos que tanto abundan en los terrenos de juego.

Con perdón, hay un exceso de machos-alfa en las canchas y pistas de competición (en jubilosa convivencia con sus contrapartes femeninas porque, oigan, las chicas futbolistas tal vez exhiben maneras menos ásperas al mover el balón y enfrentar a sus rivales pero, a la hora de la hora, sacan la casta y les brota también lo camorrista) de manera que la materia prima ahí está, la tenemos a la vista y a nuestra plena disposición en tanto que opinadores.

No pretende este escribidor hacer un meticuloso recuento de gazapos, infracciones y desplantes escenificados en uno y otro bando pero, bueno, el encontronazo que protagonizaron David Faitelson y El Turco Mohamed al finalizar el trepidante partido que jugaron los Tigres y los señores choriceros del Toluca en la suprema final del torneo Apertura (24 tiros penales, ni más ni menos, momentos de infarto para que los astros del firmamento –y la garra con la que tantos jugadores resistieron la aniquilante presión— inclinaran la balanza a favor del Toluca) estuvo lo suficientemente sabroso como para servir de muy oportuno contenido a esta columna semanal.

El asunto es que el referido comentarista deportivo se había erigido en supremo juez de conductas humanas y, arrogándose a la torera tan superlativa potestad, calificó como una “falta de ética y moral” que Antonio Mohamed no hubiera contado con los servicios de Hugo González en el partido de vuelta.

En la visión de Faitelson, se hubiere tratado de una suerte de castigo por el garrafal error que cometió en la ida y que le dio a Tigres un gol de ventaja.

Con el permiso de ustedes, yo no advierto una relación mínimamente cercana entre la moral –y la ética también, qué caray— y el hecho de que el director técnico de un equipo de futbol ponga a un jugador y quite a otro, por no hablar de que los errores se pagan (sí, señoras y señores, las burradas tienen rotundas consecuencias las más de las veces).

Pero, además, inferir así nada más que se trató de una punición –y, a partir de ahí lanzar tan duro juicio sobre una persona— es no advertir siquiera la posibilidad de que otras razones explicaran que Luis García estuviera de guardameta en lugar de González: ¿no pudo Faitelson suponer que la confianza del propio Hugo se hubiera resquebrajado y que ello comprometiera sus desempeños en un partido crucial? ¿Y no es también perfectamente entendible que un entrenador tuviere, a su vez, ciertas dudas y que a partir de ahí tomara la decisión correspondiente?

Y, bueno, supongamos que fue, en efecto, una sanción. Eso no hace de Mohamed un tipo carente de “ética y moral” sino que lo revela como un entrenador severo y nada más.

Terminada triunfalmente la gesta del Toluca el pasado domingo en La Bombonera, Mohamed le pasó la factura al equipo de comentaristas de Televisa rehusándose a que lo entrevistaran, luego de que el mismo Faitelson cruzara la cancha para tratar de arreglar las cosas.

Anteayer, en el programa Línea de Cuatro de la televisora, pidió disculpas y aclaró cómo había estado el tema de Hugo González. Pero, lo que sí, que desde una tribuna periodística te condenen de esa forma es absolutamente rechazable, provocaciones aparte. Esto es futbol, no es la Santa Inquisición.


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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • revueltas@mac.com
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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