Apenas ayer se compartió un video del encendido literal del árbol de navidad de la comunidad El Carmen, en Tula de Allende, debido a la pirotecnia. En él se aprecia que los artefactos pirotécnicos fueron colocados a apenas unos centímetros del árbol, sin un perímetro de seguridad que permitiera la detonación sin impactar en la estructura. La cercanía extrema entre los explosivos y la estructura anuló cualquier margen de control; además rodeaban completamente el árbol, cuya concentración multiplicó el riesgo de que una chispa alcanzara cualquier objeto a su alrededor.
Además de ello, el árbol estaba elaborado con materiales altamente flamables. La grabación muestra que bastaron pocos segundos para que la mínima chispa iniciara el fuego, luego la propagación fue inmediata y en menos de 3 minutos el árbol se prendió completamente. También se evidencia que ninguna autoridad con equipo y formación adecuada se encontraba disponible para actuar con la urgencia necesaria. Según las notas, la primera respuesta vino de la ciudadanía que intentó sofocar el incendió con cubetas de agua. Aunque la respuesta haya sido efectiva para evitar que el fuego se propagara, no lo fue para salvar el árbol de la navidad ni para evitar la exposición al riesgo de las personas presentes.
El video no muestra un “accidente fortuito”, sino una suma de decisiones inseguras: manejo inadecuado de la pirotecnia, colocación riesgosa, ausencia de distancias de seguridad, uso de materiales inflamables y falta de protocolos de prevención y respuesta inmediata. Esto no es una crítica directa a las autoridades locales, pero sí es un cuestionamiento general, con base en la evidencia grabada, sobre la gestión de riesgos en el uso de la pirotecnia que sigue siendo una práctica extendida en las fiestas populares y de temporada. Así que tenemos un ejemplo de todo lo que puede salir mal en esa toma de decisiones, y que sirva también para evaluar los riesgos a los que el uso y manejo de pirotecnia puede exponer. Porque seguro que no es objetivo de nadie que una fiesta se convierta en tragedia.
