Negocios

El Monte de Piedad en peligro

Por casi dos siglos y medio, el Nacional Monte de Piedad ha jugado un papel fundamental en el financiamiento de millones de mexicanos de escasos recursos que buscan cubrir sus necesidades inmediatas de efectivo y de cientos de instituciones de beneficencia que apoyan todo tipo de causas sociales. Pero una serie de retos ponen en duda su futuro. Arriba de la lista está su rígida estructura laboral. 

El negocio prendario en México ha sufrido cambios de fondo en las últimas décadas. De ser el líder indiscutible del mercado, el Monte ahora tiene que compartirlo con una creciente camada de poderosos competidores. Empresas como First Cash, con cerca de 900 sucursales en el país y métodos modernos de gestión, han mermado sus ingresos. También han surgido otras fuentes de financiamiento de corto plazo para sus clientes más allá del empeño. Las fintech, por ejemplo, representan una alternativa cada vez más atractiva. Asimismo, la naturaleza del negocio ha cambiado. Los electrónicos están desplazando al oro como colateral y el Monte no está bien posicionado para asimilar esta nueva realidad. 

Ante este entorno, la flexibilidad de operación y los bajos costos se vuelven indispensables para sobrevivir. El problema es que la estructura laboral del Monte no le permite reaccionar. Sus empleados gozan de prestaciones que están muy por encima de las de otros trabajadores no solo de la industria sino del país. Su aguinaldo es 7x mayor al de ley. Sus horarios son más cortos y los años que tienen que trabajar para jubilarse más reducidos. 

A raíz de la onerosa estructura laboral del Monte, el equipo directivo ha solicitado renegociar los términos del Contrato Colectivo de Trabajo con el sindicado. De lo contrario, argumenta, “es mejor cerrar las puertas”. El sindicato, por su parte, dice que no hay necesidad de reducir sus prestaciones ya que la empresa está sólida y se ha rehusado a negociar. La Secretaría del Trabajo ha tratado de mediar entre las partes sin éxito. 

No sé si la dirección está exagerando acerca de las consecuencias de no llegar a un arreglo con el sindicato, de lo que estoy seguro es que la posición competitiva del Monte es insostenible por culpa de sus altos costos laborales y de su poca disposición para adaptarse a la nueva realidad de los empeños en México. Puede que no quiebre en el corto plazo, pero su capacidad de otorgar créditos y apoyar a instituciones de beneficencia se reducirá considerablemente con el paso del tiempo. 

No considero que los directivos estén actuando de mala fe al querer renegociar las prestaciones de los trabajadores. Al contrario. El Monte no es una empresa tradicional. Es una IAP y, por lo tanto, no tiene accionistas a quienes repartirles sus ganancias. Quienes se beneficiarán de una empresa fuerte son sus clientes y las instituciones que reciben sus donativos. El Monte necesita bajar sus costos laborales y flexibilizar su operación cuanto antes, si quiere seguir ayudando por otros siglos más.


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Julio Serrano Espinosa
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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