En tiempos recientes la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de la Administración Pública Federal ha generado un amplio y apasionado debate. La controversia se ha centrado en que, individual y colectivamente, soldados y marinos han ido más allá de su función principal que en México y en el mundo se enfoca en actividades para la seguridad y defensa de sus naciones.
Estas líneas tienen como objetivo dar un esbozo de lo que ha sido la actuación militar en beneficio de la sociedad mexicana. Considero, tomando como base que las verdades absolutas no existen, que es necesario disponer de mayor información que alimente al pensamiento crítico y genere opiniones objetivas para un mejor entendimiento social. Para este fin demos un breve recorrido sobre nuestra historia para conocer aspectos, en cierta forma ignorados, en la que personas con formación o antecedentes militares, han servido a nuestro país y su legado ha permanecido al paso del tiempo.
José T. Cuéllar, fue cadete del Colegio Militar. Fue escritor, periodista, dramaturgo, fotógrafo y pintor. Fue primer oficial y secretario de la Legación Mexicana en Washington D.C. Ocupó el cargo de oficial mayor en la Secretaría de Relaciones Exteriores y miembro de la Real Academia Española.
El Congreso Constituyente estuvo conformado por 190 diputados, de los cuales 66 eran militares. Entre estos destacan Francisco J. Múgica, general michoacano, que impulsó los artículos más progresistas de la Constitución: el 3/o., el 27 y el 123. Heriberto Jara Corona, general veracruzano, defendió con pasión los derechos de los trabajadores para que México se convirtiera en uno de los primeros países en consagrar constitucionalmente la jornada laboral, el salario mínimo y la seguridad social.
José Vito Alessio Robles, egresó del Colegio Militar. Fue Jefe de Estado Mayor de la Artillería de la División del Norte. Se desempeñó como gobernador del Distrito Federal, diputado federal y senador por Coahuila. Embajador de México en Suecia. Fundador y presidente del Partido Nacional Antirreeleccionista. Miembro de la Academia Mexicana de la Historia y profesor en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Juan de Dios Bátiz Paredes y Wilfrido Massieu Pérez, egresaron del Colegio Militar. Además de su trayectoria castrense, fundaron el Instituto Politécnico Nacional en la ex Hacienda de Santo Tomás, área hoy conocida como Casco de Santo Tomás, siendo Juan de Dios Bátiz su primer director y autor del lema del IPN “La técnica al servicio de la patria”.
Jesús Kumate Rodríguez fue médico cirujano egresado de la Escuela Médico Militar. Fue director del Hospital Infantil de México, coordinador de los Institutos Nacionales de Salud y secretario de Salud durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Durante su gestión se implementó el Programa de Vacunación Universal, se logró la erradicación del sarampión y el control de la poliomielitis. Bajo su liderazgo se enfrentó con éxito una epidemia de cólera.
Institucionalmente hay datos en los que la profesión militar ha influido en la educación pública. Uno de estos es el de la Escuela Nacional de Agricultura, hoy Universidad Autónoma, de Chapingo que, en una etapa, adoptó un modelo disciplinario inspirado en estructuras militares incluyendo disciplina, uniformes y la asignación de jerarquías a sus alumnos. Por otra parte, y según el estudio Del Batallón al Compás (UNAM, 2019), los ingenieros militares participaron en el proyecto y construcción del Palacio de Gobierno de Pachuca, la Escuela Nacional de Medicina, la Escuela Normal para Profesores, el Manicomio General La Castañeda y el Panteón Municipal de Pachuca.
El edificio hoy conocido Antiguo Colegio Militar de Popotla, originalmente construido para albergar a la Escuela Normal Primaria para Maestros, fue una obra que estuvo a cargo del Teniente Coronel de Ingenieros Porfirio Díaz Ortega, se concluyó justo a tiempo para las celebraciones del Centenario de la Independencia de México.
Durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho, se lanzó una campaña nacional de alfabetización en la que soldados fueron instruidos como alfabetizadores para enseñar a leer y escribir a la población civil. Los objetivos de esta campaña fueron reducir el analfabetismo en zonas donde el sistema educativo formal no tenía presencia y fortalecer el vínculo entre el Ejército y la sociedad civil, mostrando al soldado como agente de desarrollo y no solo de defensa. El Ejército fue involucrado por tener presencia territorial, disciplina y capacidad logística para llegar a lugares remotos.
En un planteamiento muy atrevido podría decirse que de una u otra forma nuestra historia está militarizada. Cabe señalar que de los 67 presidentes que ha tenido México desde 1824 hasta el día de hoy, 20 han tenido antecedentes militares. La disciplina militar, basada en valores como el honor, la lealtad y el patriotismo, ha permitido no solo en la actualidad, sino a través de nuestro devenir histórico, que proyectos de gran envergadura se ejecuten con rapidez y transparencia. En desastres naturales, ayuda humanitaria, ejecución de programas sociales y construcción de obras estratégicas, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, se da testimonio de que la Armada, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional no solo ejercen funciones de seguridad pública.