“Pienso, luego existo”, Cogito ergo sum, palabras del filósofo francés René Descartes, se pueden aplicar al derecho a la movilidad de los seres humanos.
El derecho al desplazamiento es prioritario y una persona no es libre si no se puede mover a donde quiera.
A pesar de que la movilidad humana es un fenómeno complejo y multifacético, es un derecho fundamental que se traduce en un profundo impacto para cada persona, para la sociedad y para la cultura.
La historia de la humanidad está ligada a la movilidad. Los cambios de residencia son fundamentales para que las sociedades crecieran y se desarrollaran. Sin la posibilidad de moverse, el ser humano está condenado al castigo y al encierro.
Puebla está ligada a una historia de movilidad humana. La ciudad se funda en medio del trayecto entre Veracruz y la Ciudad de México, así como entre el puerto de Acapulco y la capital del país.
En la historia de Puebla, la movilidad humana es un fenómeno clave que explica situaciones económicas, sociales, políticas y ambientales. Puebla es una consecuencia de la movilidad de las personas.
La ciudad de Puebla fue fundada por la migración española en el año 1531, como parte de la expansión colonial en la Nueva España. Es más, por orden del rey Felipe II de España, Puebla se funda en una ubicación estratégica para el comercio entre la Ciudad de México y Veracruz, es decir, en medio de los flujos migratorios.
A casi 500 años de la fundación de Puebla, se pueden identificar distintos tipos de movilidad, como la migración interna, la migración nacional, la movilidad internacional, el flujo de personas que, en teoría solo estaban de paso y se quedaron, así como una circulación de personas.
La Sierra Mixteca, la Sierra Norte y la zona centro vieron la salida de sus hijos, la mayoría, hacia Estados Unidos. Al mismo tiempo, se aprecia la migración de retorno; y se registra en la Zona Metropolitana de Puebla y en área colindantes con Veracruz y Tlaxcala, la movilidad internacional.
Al final, la movilidad es un derecho que nadie puede coartar porque se trata del sinónimo de existir, de vivir y de la posibilidad de mejorar las condiciones de vida. “Primero la movilidad y luego existo”.