Los migrantes que cruzan por territorio poblano en busca de llegar a Estados Unidos conforman uno de los grupos más vulnerables ante las contingencias climatológicas; sin embargo, sin importar los riesgos, continúan su camino.
Con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida ante las situaciones de pobreza, violencia y violaciones a sus derechos humanos en sus lugares de origen, los llamados “sin papeles” desafían las contingencias que se puedan presentar por agentes hidrometeorológicos.
Para quienes sueñan con cambiar su destino, las alertas por lluvias intensas o granizadas pasan a segundo término porque su vida ya está en riesgo en el lugar en el que se encuentran, de manera que, la posibilidad de llegar a otro país, se traduce en una esperanza y en un aliciente.
En su camino por las rutas migratorias que pasan por el centro de México, entre ellas, las de Puebla, las intensas lluvias, granizadas e inundaciones representan riesgos para su salud; pero quedarse en un ambiente de violencia conforman el peor panorama.
Las primeras tormentas tropicales de la temporada que provienen del Océano Atlántico y pasan del Golfo de México, generan que los migrantes realicen alguna pausa, se resguarden en algunos puntos, pero no detienen su camino.
A lo largo de este 2024, entre los meses de enero y mayo, las autoridades mexicanas registraron la detención de casi 1.4 millones de migrantes sin la documentación que acredite su estancia legal, es decir, un récord que muestra el aumento de quienes buscan cumplir el llamado “sueño americano”. La cantidad de los llamados “sin papeles” puede ser mayor porque continúan los flujos de personas que están en busca de mejores condiciones de vida.
En medio del paso de migrantes, la red de apoyo en la que se encuentran los albergues de la iglesia católica realiza esfuerzos para brindar un lugar para descansar, alimentos y un baño a quienes están en situación de movilidad.
Al mismo tiempo, los grupos que conforman la red que viola derechos, entre ellos, grupos delictivos, están atentos al paso de migrantes para llevarlos a sus filas, donde son tratados como mercancías o peor que eso. La situación es preocupante por todas las aristas.