Las políticas contra los migrantes aumentan y cada medida que implementa el gobierno de Estados Unidos busca contrarrestar el llamado sueño americano y, al mismo tiempo, fortalecer a su grupo en el poder.
¿Cuál es el objetivo de los migrantes cuando llegan a Estados Unidos? Mejorar la calidad de vida de los seres queridos que se quedaron en sus comunidades de origen. Los connacionales tienen la meta de conseguir recursos y mandarlos a cualquier costo.
La política contra los migrantes que puso en marcha Donald Trump, presidente de Estados Unidos, no podría estar completa sin atacar de manera directa a las remesas.
Ahora, el gobierno norteamericano impulsa la llamada iniciativa de reconciliación fiscal que contempla la disposición que crea un impuesto de 5 por ciento a los envíos de remesas de extranjeros o personas con visas temporales.
El Comité de Presupuesto de la Cámara Baja de Estados Unidos aprobó, por mayoría de votos, la iniciativa con la que el gobierno norteamericano busca recaudar fondos en un contexto de déficit fiscal.
En caso de que se apruebe la iniciativa, el gobierno de Estados Unidos cobrará cinco por ciento por el envío de cada dólar hacia países como México, con lo cual, se está mandando un mensaje para desalentar la migración, situación que no se aprecia con la construcción de muros.
El estado de Puebla recibió a lo largo de los tres primeros meses de este año 789.4 millones de dólares, unos 15 mil 306.77 millones de pesos, a 19.33 pesos por dólar, por concepto de remesas, la cifra más alta para un periodo similar desde que se tienen registros.
A pesar del nuevo impuesto, los migrantes poblanos seguirán mandando sus recursos para apoyar a sus familias, es decir, están dispuestos a cargar con los costos. En otras palabras, los migrantes poblanos, “cueste lo que cueste” seguirán enviando el apoyo económico a sus seres queridos.
¿Quiénes serán los más afectados? Sin duda que los migrantes que se encuentran en una situación ilegal, es decir, los que carecen de papeles. De acuerdo con estimaciones de la Fundación Pies Secos, entre 300 y 350 mil poblanos se encuentran como indocumentados y, pese a todo, seguirán mandando sus dólares.