Negocios

Desencuentros en el mercado laboral

  • Economía empática
  • Desencuentros en el mercado laboral
  • Héctor Farina Ojeda

Mientras millones de personas no encuentran trabajo, las empresas mexicanas sufren por la insuficiencia de personal. Hay más de 10 millones de personas en condiciones de trabajar que no están siendo aprovechadas en el mercado, es decir que no tienen trabajo y no aportan su talento a la economía, de acuerdo a un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Hay una brecha laboral, una situación paradójica en la que los que necesitan un empleo no lo encuentran, al mismo tiempo que las empresas no encuentran a los trabajadores que requieren.

El informe del IMCO dice que para el 75 por ciento de las empresas el principal reto laboral es la insuficiencia de personal para cubrir vacantes, la escasez de trabajadores calificados y la rotación de personal. Es decir, a las empresas les cuesta mucho conseguir perfiles idóneos para los puestos especializados, así como también les cuesta retenerlos. Las empresas necesitan contratar trabajadores especializados, y los trabajadores necesitan conseguir que los contraten. Pero no se encuentran porque hay un abismo de por medio.

No se trata de que no haya trabajadores suficientes ni de que no haya ofertas de trabajo: las condiciones del mercado no son las más idóneas y eso hace que muchos potenciales trabajadores no accedan a un puesto. El caso más importante es el de las mujeres que tienen hijos y obligaciones en el hogar, y que por dichas condiciones tienen bajas posibilidades de conseguir un buen empleo. La falta de flexibilidad laboral, el escaso apoyo para el cuidado de los niños y los bajos salarios son algunos de los desincentivos para que muchas personas puedan incorporarse al mercado de trabajo.

Este desempate entre las necesidades de empleo y las necesidades de los empleadores es bastante frecuente no sólo en México sino en toda América Latina. Uno de los problemas que arrastramos es el de la baja calidad educativa que hace que el capital humano no tenga la suficiente preparación para acceder a puestos que exigen especialización. Y en este contexto, la brecha de género es profunda: a las mujeres no sólo les cuesta más acceder a un empleo sino que también les cuesta más acceder a la educación y tener, al menos, las mismas oportunidades y condiciones con miras al futuro laboral.

Hay muchos aspectos por atender para enfrentar este problema complejo: desde la urgencia de replantear el escenario laboral para mejorar las condiciones de trabajo -comenzando por los salarios empobrecidos- hasta la necesidad de aplicar estrategias que favorezcan la equidad en el acceso a la educación y a los empleos. La falta de acceso a la educación, la deserción y el rezago tienen un impacto directo en la economía, en la creación de empleos y en el acceso a ellos. No es solo cuestión de que trabajadores y puestos de trabajo se encuentren sino que lo hagan en beneficio mutuo: que mejoren las condiciones de vida de los trabajadores y sus familias, que mejore la economía y, por consiguiente, que la producción de riqueza tenga un impacto más equitativo.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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