Política

Memorias del coronavirus/ VI

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Miércoles 8 de abril. 7:05 am. La luz se abre paso a bofetadas para vencer a la oscuridad, el nuevo horario no perdona. Según las cuentas oficiales habían muerto en México 141 personas víctimas del coronavirus; se registraban 2 mil 785 infectados y más de 5 mil sospechosos.

Mientras tanto, en la mañanera, el Presidente dividió a los empresarios entre los buenos y los malos. Atrás de la raya que estoy trabajando: los partidos políticos, malos, no dan la mitad de su presupuesto, muy principalmente el PAN y el PRD. Del otro lado, los buenos, los Pymes que aguantan vara y no han despedido a trabajadores a los que prometió el repartidero de dinero. Del lado de los malos, las grandes y medianas empresas, así como los despachos encargados de las nóminas afirmando que del 13 de marzo al 6 de abril se han perdido 346 mil empleos. Como lo oyen. Ahora mal sin bien: del lado de los buenos: Banco Azteca, Banorte y Santander frente a la maldad de Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, a quien el Presidente le pide que le diga a sus agremiados que paguen sus impuestos.

***

8:30 am. Después de una sesión muy seria de ejercicio a puerta cerrada, Gil leyó las Coordenas de Enrique Quintana en su periódico El Financiero. En esta entrega, Quintana escribe que “(…) parece gestarse una ruptura entre el Presidente de la República y el sector privado”. Aunque se mantienen las pláticas, se abre un abismo, afirma Quintana: “la causa fundamental es que la Presidencia de la República ha desechado prácticamente la totalidad de las propuestas del sector privado para enfrentar la crisis”.

Consecuencias posibles: parálisis de la inversión privada, deterioro social, destrucción económica. Gil sudó frío y caliente, no al mismo tiempo, se entiende, y gruesas gotas de sudor perlaron su frente, ya quedamos en que las gotas de sudor que se respeten deben ser gruesas y perlar la frente.

***

2:30 pm. Con la serenidad de una papa, Gil se sirvió un vodka en las rocas, doble, sí, y que nadie se escandalice. Si la lectora, el lector y le lectere estaban preocupados, pueden tranquilizarse. Diez especialistas cubanos brindarán apoyo a México en políticas sanitarias. Gil lo leyó en su periódico La Jornada: “Cuba anunció este martes el envío de especialistas médicos a México como parte de la estrategia de la isla para apoyar a otras naciones.

Gil se siente tranquilo. Si los médicos cubanos se harán cargo de este problema, todos debemos sentirnos fuera de peligro. Gil ya se siente fuerte, audaz y valiente como Pancho Pantera.

***

6:45 pm. La Secretaría de Relaciones Exteriores informa que la llegada de los médicos cubanos, que dice Gil médicos, estrategas cubanos, responde a la amistad histórica de Cuba y México. Así decía la nota de su periódico La Jornada. Gil imaginó a Carmen Lira, directora del periódico de marras, bailando un danzón en un ladrillo: ya vienen, ya vienen, al fin, los hermanos cubanos, sí.

Amigos cubanos de Gil avecindados en México aseguran que el prestigio de la medicina cubana es una patraña. Gamés no tiene evidencia, pero le cuentan que una semana después de que llegaron a Italia, los cubanos regresaron a su país porque no sabían manejar la tecnología médica. La ideología es un veneno. ¿Quién le vendió al Presidente la idea de que los cubanos pueden ser mejores médicos que los mexicanos? Él mismo. ¿Por qué no unos médicos de Corea del sur, algunos chinos? No, cubanos. Mecachis en la mar salada.

***

8:40 pm. Gil se colocó un tapabocas, se untó unos guantes quirúrgicos, o como se llamen, y salió a la calle. Puso un pie en la Luna y dijo con originalidad: un pequeño paso para Gil, pero un gran paso para la Coca-Cola. Regresó con su botella de agua negra. La calle semivacía le recordó su infancia: menos personas, menos coches. La vida en México durante el coronavirus trascurre a oscuras.

***

Todo es muy raro, caracho. Como diría el clásico de la Orquesta Aragón: toma chocolate, paga lo que debes.


Gil s’en va

gil.games@milenio.com

Google news logo
Síguenos en
Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.