Gil estaba a punto de seguir su camino sin detenerse en las escandalosas comisiones declarativas del secretario de Educación. Mario Delgado aseguró que la prueba PISA ya se aplicó a alrededor de 7 mil 847 estudiantes de secundaria y bachillerato y añadió que al país no le sirve de nada compararse con pruebas estandarizadas.
Con esa misma odiosa pereza habrán realizado las pruebas, pero esto no lo sabe Gamés, lo supone, pues si el mismísimo secretario afirma que al país no le sirven esas pruebas, háganlas como les dé su regalada gana. El esclarecido secretario de Educación declaró: “Claro que el sistema educativo necesita evaluación, pero hay que preguntarnos para qué queremos la evaluación... para compararnos internacionalmente con pruebas estandarizadas no nos sirve de nada. Una prueba estandarizada no retoma los distintos contextos y situaciones que vive un estudiante”. Gil lo leyó en su periódico El Universal en una nota de María Cabadas.
Sí, lectora y lector, leyeron bien: “para compararnos con pruebas estandarizadas no sirve de nada”. Compararnos con otros sistemas educativos del mundo es inútil, para empezar porque saldremos muy mal calificados; entonces en lugar de corregir, ocultamos nuestra catástrofe educativa bajo el tapete del desprecio. Gilberto Guevara debió hacer un entripado, Otto Granados habrá recurrido a fuertes cantidades de Melox ante la barrabasada con que se ha despachado Delgado.
Nueva y desastrosa Escuela Mexicana
Gamés buscó una definición para no meter la pata en el fango de la ignorancia, aigoeii. “PISA o programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, es un estudio de la OCDE que evalúa cada tres años los conocimientos y las habilidades de estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias para informar políticas educativas y mejorar la calidad de la educación a nivel global”.
Pues con la novedad de que al secretario de Educación esta prueba le parece inservible. Gamés se dio un tope de los fuertes en el muro norte del amplísimo estudio: ¡soc! Gilga insiste: PISA no les gusta porque la prueba pondrá en evidencia el desastre de la llamada Nueva Escuela Mexicana en la cual los jóvenes no saben leer, en el sentido amplio de la palabra, ni realizar las operaciones elementales de aritmética. De los libros de texto, mejor ni hablamos.
Y no vengan a decirle a Gamés que ya estábamos mal; sí, y por eso se hizo una reforma que el ex presidente Liópez demolió hasta convertirla en derribos de incultura.
Durante su comparecencia en la Cámara de Diputados en el marco de la glosa del Primer Informe de Gobierno de la presidenta Sheinbaum, mencionó que las evaluaciones que interesan a la Nueva Escuela Mexicana tienen que ver con el aprovechamiento individual de cada estudiante, por lo que en muchas escuelas del país se están realizando ejercicios integradores de aprendizaje. Gil no entendió ni jota. “Aprovechamiento individual. Ejercicios integradores de aprendizaje”. Mon Dieu.
Delgado intervino: “Estamos en PISA y tendremos ahí resultados de esas pruebas estandarizadas, [pero] hay que tomar con reserva los resultados que nos da y las comparaciones que se hacen. Pero estas pruebas son ajenas al modelo educativo; sin embargo, estamos participando”. Le faltó añadir: no nos fastidien, vamos a participar, pero los resultados pasarán por l’arc de Triomphe.
Becas
En su encuentro con los legisladores, Delgado también solicitó aprobar el incremento de más de 50 mil millones de pesos al presupuesto de becas educativas para alcanzar un padrón de 20 millones de beneficiarias y beneficiarios de la Beca Universal Rita Cetina. “Es una cantidad muy importante, probablemente sea uno de los aumentos más relevantes que se está planteando para el presupuesto del año siguiente y es para cumplir con el compromiso que hizo la Presidenta de México”.
Gil está a favor de las becas, faltaba más, sobre todo si se supiera cómo, cuándo y a quién se otorgarán, en qué lugares del país, pero la transparencia no es lo de este gobierno, su patrimonio es la opacidad, la improvisación. Así que ya lo saben, PISA no sirve para la Nueva Escuela Mexicana, a este modelo delirante le interesa el estudio del aprovechamiento personal de los niños y las niñas y ejercicios integradores de aprendizaje que, por cierto, no se llevan a cabo en ninguna parte del mundo. ¿O tal vez en Cuba?
Todo es muy raro, caracho, como diría Goethe: “No hay nada más espantoso que una ignorancia activa”.
Gil s’en va