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Todos fueron cayendo
Era inquieto, cómo de que no. Hasta que las paperas lo aquietaron. El doctor Carlos dijo: este muchachito tiene las glándulas salivales inflamadas y de ahí viene el dolor, además de la fiebre, el cansancio y la ausencia de apetito. -
Domingo familiar
El abuelo siempre quiso una bicicleta, desde su más temprana juventud. Con gran alborozo vio cómo sus hijos aprendieron a montar aquella que en Polanco desecharon y fue a dar a la naciente colonia, nido de todas las carencias. -
Ella bien que come
Sentada a la entrada de la terminal del Metro, Juana María compra una pequeña bolsa de papel de estraza que le ofrece la anciana -
Tamaliza sabrosona
Un atolito y unos tamales para combatir el frío nunca caen mal. Al puesto de Quirina llegan las clientas con su cubeta, olla o bote para llevar el atole de chocolate o vainilla, más un champurrado que caliente la panza y brinde energía y sabrosura. -
Una monedita
En camino con rumbo al mercado Celestino los mira llegar hasta las bancas ubicadas frente al portón de la iglesia: de uno en uno, de a poquito, sin prisa, con las manos en los bolsillos para que algo de calor agarren. -
Música, bailongo, brindis
Dice que por la familia no quedó: hicieron todo lo posible para que los chiquillos del matrimonio hicieran su Primera Comunión. -
Comida de fin de año
Son las ocho de la mañana y los yeseros ya se encuentran a la entrada de la obra, cabulean con albañiles y electricistas mientras aguardan al velador para que les franquee la entrada. -
Que se murió la doña
Un día, varios terrenos aledaños a la casa paterna amanecieron ocupados por casuchas de cartón, erigidas durante la noche y la madrugada por los entonces llamados “paracaidistas” -
Sonó la chicharra
Bajo el puente vehicular el tamalero espera a su clientela, que por ahí cruza rumbo al paradero de autobuses y taxis.