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Pueblo bueno, hay tiro
Todos los días el amanecer asoma por la ventana; atrás quedó la oscuridad que lo permite todo. -
Andábame yo paseando
¿Pues dónde andabas, mi bro? Buen rato hace que no te topamos, desapareciste sin decir “nos vemos al ratón”. -
El que no trabaja, no come
La necesidad hace al comerciante. No es fácil sobrevivir en la monstrópolis, si no se cuenta con un empleo que provea el ingreso necesario para mantenerse. -
El Buen Sazón
Luciano llega a la fonda y ocupa la mesa de siempre, desde donde pasa desapercibido y observa a los otros comensales -
Cortesía de la casa
Al güero le gusta ir al tianguis. Nada especial qué adquirir. Cuando pequeño, sí: tomaba de la mano a su mamá, la conducía hasta el puesto donde el marchante exhibía diversidad de juguetes de plástico: -
La torta caminera
Muy de mañana doña Aurora abre la puerta y barre la banqueta, después la frota con cepillo, agua y jabón. Concluida la limpieza, saca una pequeña mesa y sobre ella coloca una bandeja con bolillos, el pequeño galón galvanizado que contiene atole champ -
Añoranzas en la fila
El hombre se embebe observando los cables del alumbrado donde las palomas torcazas se posan -
Sensación de seguridad
¿Quién no se ha echado un sueñecito bienhechor en el vagón metropolitano? -
Tenemos mucho aguante
El vagón, atestado. Y llovió. Quienes viajan en las líneas subterráneas del metro advierten el retardo de los convoyes.