El enfrentamiento entre el gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda y el fiscal general de este mismo estado, Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, es inédito. Nunca habíamos sido espectadores de un acto de desafío dirigido por el titular de la Fiscalía General contra el gobernador.
A raíz de que fue encontrado el cuerpo de Yolanda Martínez Cadena, Samuel exigió al fiscal general por medio de un video que dé la cara. Además, le solicitó la carpeta para conocer los avances de las investigaciones. Pues, como es sabido, para la Fiscalía todo apunta a que fue un suicidio.
Al reclamo del gobernador, el fiscal general contesta enérgicamente, también por medio de las redes sociales, que no politice la justicia; que él lamenta “que se utilicen las redes sociales para enviar un mensaje a la Fiscalía, cuando existen medios oficiales para ello”.
Y entre otras cosas, Gustavo Adolfo dice: “La Fiscalía General de Justicia es una institución autónoma, no política, lo invito responsablemente a que respetemos la Constitución como lo hemos jurado al protestar, usted como gobernador del estado y yo como fiscal general de Justicia de Nuevo León”.
Es verdad, la Fiscalía General de Justicia es una entidad autónoma, no política; pero ¿sirve para algo esa autonomía, que no sea para escenificar un reality show ante la incapacidad de la Fiscalía General para dar respuestas científicas y técnicas al problema de la criminalidad en el estado?
En efecto, ya que la Fiscalía deber ser un órgano científico-técnico del estado, su titular, sin descuidar el derecho, solo puede legitimarse socialmente por medio de sus saberes especializados en política criminal, criminología, criminalística, etcétera; y ante esta carencia, puesto que el fiscal general es solo experto en derecho civil, paradójicamente lo que hace es politizar la procuración de justicia; exactamente lo que le critica al gobernador.
¿Hasta cuándo habrá en Nuevo León una escuela de altos estudios donde se formen los fiscales y jueces, por lo menos durante tres años, después de haber concluido sus estudios de la Licenciatura en Derecho? ¡Basta de improvisaciones!
Efrén Vázquez Esquivel