Las derechas festejan su triunfo del pasado 15 de noviembre; montarse sobre los hombros de la Generación Z —personas nacidas entre 1997 y 2012— ha sido, hasta hoy, su principal hazaña. Falta ver qué ocurre con la manifestación anunciada para hoy, 20 de noviembre, que recorrerá la misma ruta del desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana de 1910.
De llevarse a cabo, será sin duda su mayor desafío. Ojalá prevalezca la prudencia: nadie cuestiona sus derechos a protestar por las causas que consideren justas; sin embargo, convocar a una marcha el 20 de noviembre, por las mismas calles donde cada año se conmemora el inicio de la Revolución Mexicana es un despropósito que bordea la temeridad.
No se trata solo de protestar, sino también de aprender a dialogar y proponer un mejor proyecto de nación, cosa que no ha hecho la oposición. Vivimos en un país de 132 millones de habitantes y más de 100 millones de electores: convivir en democracia exige responsabilidad, civilidad y la firme convicción de no aceptar interferencias extranjeras.
En la protesta del sábado pasado —se ha dicho hasta el cansancio— que los integrantes del Bloque Negro no participaron en la marcha; aparecieron directamente en el Zócalo empuñando mazos, martillos, cizallas, bombas molotov, líquidos inflamables, pintura… Hicieron su trabajo y, una vez más, nadie se ha hecho responsable de sus actos.
Desde el Gobierno se atribuye a los partidos de oposición la organización de la marcha de la Generación Z y el uso del Bloque Negro; por su parte, los opinadores contrarios a la administración acusan a Claudia Sheinbaum —y, en concreto, a Morena— de orquestar esos actos.
Yo no comparto esa interpretación: no porque el poder político sea incapaz de actuar maquiavélicamente, sino porque la actual presidenta Claudia Sheinbaum ha demostrado prudencia, rigor analítico y un ejercicio del poder que no requiere de maniobras de ese tipo. A ello se suma que su Gobierno cuenta con, al menos, un setenta por ciento de aprobación ciudadana.¡Que este día transcurra en calma, alejado de la violencia y las provocaciones! Es mi deseo.