Diré una obviedad: lo que importó ayer fue el arranque del Informe del Presidente —la mención de la indignación, la desconfianza, el mal año—; y el final: del decálogo a la crítica del populismo y la demagogia.
Es ese final el que mejor define al Presidente y su gobierno.
Primero: como a principios de sexenio, ha presentado una agenda concreta que por sus características no parece que tendrá demasiados problemas para lograr mayorías legislativas si es que se requieren. Las que no pasen con el PAN, pasarán con el PRD, se podrán presumir acuerdos. Es un acuerdo que reitera un modelo en el que este gobierno cree: las APP, la emisión de bonos en mercados para financiar inversión, sostenimiento de indicadores macroeconómicos. En eso cree este gobierno, en eso creyeron también —salvo matices— las administraciones panistas, en ese modelo de desarrollo; y no se va a mover a pesar de un entorno que, como él mismo lo insinuó ayer, les ha obligado a decir adiós al crecimiento acelerado en el sexenio.
Pero lo más interesante es que el Presidente ha puesto frente a nosotros ese modelo contra otro. Por supuesto que no pintó el otro muy bonito.
"En esos episodios, la insatisfacción social fue tal, que nubló la mente, desplazó a la razón y a la propia ciudadanía; permitiendo el ascenso de gobiernos que ofrecían supuestas soluciones mágicas... esos mismos gobiernos, lejos de llevar a sus sociedades hacia mejores condiciones de vida, alentaron el encono y la discordia; destruyeron sus instituciones y socavaron los derechos y libertades de su población".
Sin nombrarlo, el Presidente estaba haciendo alusión a López Obrador, tal vez a El Bronco.
Pero no está mal que el Presidente lo plantee de manera pública y tres años antes de 2018. Más allá de la descripción un tanto caricaturesca de la otra opción, creo que el país necesita plantearse ese dilema y discutirlo con seriedad.
Es mejor a resolverlo en spots de 30 segundos durante tres meses del 18.
Celebro que el Presidente arranque la discusión y nos plantee la pregunta.
¿Qué modelo queremos para el futuro del país?
No habernos respondido eso ha sido un obstáculo en sí mismo.
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