Política

“Segundo tirador” y de nuevo Manzo

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Del inexistente “segundo tirador” en el asesinato de Luis Donaldo Colosio que la Fiscalía General de la República está reinventando sobre la venenosa insidia que sembró Pablo Chapa Bezanilla, es idiota suponer que Mario Aburto, en el desorden que causó su disparo a la cabeza del candidato en medio del tumulto en Lomas Taurinas, no solo pudo pasarle la pistola a Jorge Antonio Sánchez Ortega para que disparara la segunda bala, sino que éste ¡se la devolvió!, ya que el homicida fue detenido con ella y todo eso habría sucedido en un parpadeo: 2.1 segundos.  

¿Usted, doctor Alejandro Gertz Manero, cree tamaña pendejada?

La imbecilidad y el servilismo al régimen campea en las instancias ministeriales, policiacas, periciales y judiciales.

Al fiscal del caso, Abel Galván Gallardo, a los peritos Aníbal Lázaro Bautista y Jorge Vega Soriano y al servil juez Daniel Marcelino Niño Jiménez, ¿no les avergüenza hacer el ridículo con una dictaminación y resolución como las que presentaron? ¿No les importa manchar su imagen y quedar marcados como el vil Chapa Bezanilla con tan descocadas determinaciones y ser, con puras mentiras, quienes llevaron a prisión a un inocente?

Por cierto, a la última Subprocuraduría para el caso Colosio, con Luis Raúl González Pérez, le tomó más de tres años reconstruir todo lo que ocurrió ese 23 de marzo y desmenuzar los 2.1 segundos transcurridos entre el primero y segundo disparos, pero a la Fiscalía de Michoacán le bastaron 20 días para reconstruir, y mal, 13 segundos entre el ataque a Carlos Manzo y la neutralización de su asesino.

La Fiscalía estatal no dice cómo dio con el orden de los impactos y sostiene que Manzo recibió seis balas en 1.5 segundos: el primero en un codo, el segundo en el hombro izquierdo, el tercero en la espalda, el cuarto en el costado izquierdo, el quinto en la espalda baja (el mortal: perforó el tórax) y el sexto en el codo derecho.

Está obligada a informar con cuántos cartuchos estaba abastecida el arma del homicida, cuántos sin disparar fueron recuperados del cargador y cuántos casquillos quedaron en el suelo.

Más turbiedades hay en la recreación de 13 u 11.5 segundos desde el séptimo disparo y el sometimiento del agresor.

¿No hay responsabilidad de los escoltas encabezados por el director de la Policía Municipal en una imaginaria ilegítima privación de la vida del magnicida?

Señalan que el asesino fue ultimado con su propia arma por ese oficial a pesar de que el matón ya estaba sometido, desarmado y, se afirma, “esposado”, lo cual debe demostrar la Fiscalía por ser un detalle toral en la reconstrucción de los hechos.

¿Por qué el jefe policiaco es acusado solo por el homicidio de Manzo “en comisión por omisión” y no por haber matado al sicario?

Tan ambigua, superficial y generalizadora es la información oficial que se impone, insisto, una fiscalía independiente y confiable que aclare todas las sospechas y en especial la de que están fabricando culpables...


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Carlos Marín
  • Carlos Marín
  • cmarin@milenio.com
  • Periodista con 55 años de trayectoria, autor del libro Manual de periodismo, escribe de lunes a viernes su columna "El asalto a la razón" y conduce el programa del mismo nombre en Milenio Televisión
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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