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CoDi, ¿la panacea financiera?

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El nuevo sistema de cobros digitales CoDi, que el Banco de México liberó esta semana, es una de las iniciativas más agresivas y extendidas de bancarización que se hayan emprendido en el país.

Es, de hecho, una apuesta por partida doble: convencer a más personas de las bondades de contar con servicios financieros y persuadir, a quien no los tiene todavía, de adquirir teléfonos inteligentes.

Todo esto con la idea de que saldrá más barato, será más práctico y dará más control al manejo de carteras digitales en lugar de portar y pagar con dinero en efectivo.

El CoDi, además, permitirá a millones de personas tener una trazabilidad de su vida financiera con miras a obtener productos menos rudimentarios en adelante, como contratar seguros, financiar la compra de autos o de casas.

Para los bancos o fintechs, además, la oportunidad de negocio es enorme. A nivel global, lo dijo hace tiempo Accenture en un reporte, las instituciones crediticias generarían 380 mil millones de dólares adicionales en ingresos si llegan a bancarizar a las personas que no tienen estos servicios.

Si bien es imposible que todos los que no tienen una cuenta bancaria sí tengan acceso a servicios digitales de pagos y cobros, sumar a los que más se puedan daría un impulso brutal a las economías.

De hecho, de acuerdo con McKinsey, el PIB de los países emergentes crecería en 6% a 2025 (llegando a 3.7 billones de dólares) si adoptan, por ejemplo, una innovación en sus sistemas financieros, como utilizar dinero digital.

Con el CoDi, México dio un gran paso en esa dirección. Si bien el camino estará lleno de dudas y fallas iniciales (como que muy poca gente ha podido actualizar sus apps de banco para comenzar, pues no hay claridad en cuanto a cómo proceder), las resistencias no son solo de personas, sino hasta de empresas.

Un sondeo informal entre colegas revela que de unas 50 personas con smartphones y apps bancarias, nadie tiene la capacidad para realizar transferencias en el esquema CoDi.

Asimismo, al preguntar a más de 20 negocios si ellos ya tienen su código QR (quick response) para recibir pagos de sus clientes, apenas uno dijo que sí lo tiene debido a que su banco le hizo una promoción. Por lo pronto, la aritmética juega un papel relevante en la adopción del CoDi: hay menos de 4 mexicanos con una cuenta bancaria (según el Banco Mundial), pero más de 7 de cada 10 tiene un smartphone.

La lógica dice que superando temas como el temor al fraude (muy fundamentando luego de las fallas de seguridad vistas el año pasado en el SPEI, columna vertebral que soporta al CoDi), habrá un uso masivo de esta herramienta.

Con ello, quizá se vea por estos pagos lo que ya a diario sucede en países como China o Kenia: consumidores pagando desde un manojo de yerbas a un corte de pelo o sus cuentas de luz o gas, con el poder de su smartphone en lugar de su firma o de dinero en efectivo.

barbara.anderson@milenio.com
@ba_anderson

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Bárbara Anderson
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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