En el cartel con la bellísima imagen de un Quetzal leemos “Tequila también es cine”. Así lo percibí desde la primera edición del Festival Internacional de Cine de Tequila que está por inaugurarse el 27 de abril. El FICTEQ es un festival dedicado a los habitantes y visitantes de la región agavera de Jalisco, sus bellezas naturales y tradiciones populares que han marcado un buen número de películas mexicanas de todas las épocas. La fusión de belleza, tradición y cine despertó en los fundadores Víctor Guzmán, Rigoberto Veloz y Roberto Ramírez Espitia la idea de imaginar y planear un festival de cine atractivo para el público local como para los realizadores y visitantes “de fuera”. El proyecto convenció a cinéfilos de Tequila, Amatitán y Magdalena y el festival ha crecido gracias al apoyo de Alicia Rodríguez, Francisco Cerrillos, Liliana Reyes y la industria tequilera. A seis años de su creación cuenta con espacios para ver películas, trabajar en talleres y tratar temas cinematográficos en auditorios y galerías. Además, el festival trascendió su función de exhibir y premiar película; se ha convertido en un espacio para impulsar y dialogar con los que las imaginan, escriben, dirigen, fotografían, musicalizan, producen y actúan en ellas y las sedes se convierten en salas de cine, salones de clase, locaciones y lugares de encuentro y convivencia.
Me tocó asistir a la edición de 2017 en la que recorrí en un solo día las tres sedes: Tequila, dónde se llevaba a cabo un taller, Magdalena donde impartí una charla en un auditorio que había servido de cine tiempo atrás y Amatitán, donde asistí a una función nocturna al aire libre con espectadores de todas las edades. Encontré cinéfilos y participantes agradecidos de que el cine y su mundo se acercara a ellos y llenara los espacios y días con visitantes abiertos al diálogo y la convivencia.
Y así será también en este año. El ave Quetzal del cartel señala a Guatemala como país invitado. Los cortos y largometrajes de ficción, documental y animación se exhiben en distintas sedes. Da gusto reconocer el amplio espacio que el FICTEQ le abre al cortometraje mexicano. Entre las obras realizadas por directores tapatíos resalta la animación Tío de Juan José Medina, el corto de ficción Coyotes de Fernanda Camacho y el documental Semillas el legado de la tierra de Fernando Valencia. Entre los largometrajes se exhibirá My Normalicovidad de Isabel Cárdenas Cortés, una coproducción entre La brújula/ Romelia de Guadalajara y productoras de la Ciudad de México.
Uno de los atractivos del FICTEQ es la facilidad con la que se dan los encuentros - formales y casuales – entre el público, los visitantes y los cineastas. Ya que María Rojo impartirá un conversatorio, Juan Antonio de la Riva una charla sobre Felipe Cazals. Said Sandoval un taller de actuación y que Jorge Riggen de Filma Jalisco participará en una mesa de diálogo, no será difícil coincidir con ellos en algún momento o espacio. ¡Disfrutemos la fiesta de Cine en Tequila!
Annemarie Meier