Más allá de los resultados que se dieron ayer en las seis entidades que eligieron gobernador, lo que se pudo ver fue la lucha encarnizada de los partidos políticos por conservar sus espacios de poder.
Contra todos y contra todo se lanzaron los partidos por sus objetivos y para ello formaron alianzas que les han dado resultados, o no, en otras ocasiones con tal de lograr la victoria en los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.
Y para ello sacaron lo más fino de su arsenal para imponerse.
Quien posea los programas sociales tiene una de las armas más poderosas para estas lides, pues asustan a los electores con el petate del muerto, amenazándolos con que se los quitarán si no votan por el partido en el poder. Por supuesto esta arma está a disposición de quienes detentan el poder, federal o estatal.
La operación de estado, poner a todas las dependencias de la entidad a disposición del partido en el poder, y que la oposición denuncie, a ver si acaso esto llega al Tribunal Electoral y se revierte la elección o se anulan algunas casillas, depende del tamaño del escándalo.
La compra de votos. Los operadores electorales se lanzaron a las calles para lograr votantes de la manera más directa, unos cuantos pesos y la promesa de que emitirán su sufragio en favor de quien les digan. Estas prácticas se denuncian desde antes, como la de unos simpatizantes de Morena detenidos en la ciudad de Lerdo, Durango.
En los comicios de 2021 apareció un nuevo jugador que eleva la preocupación en todos los niveles, por su poder e influencia y es el crimen organizado, el cual fue denunciado por su participación decisiva en varias entidades.
Ya en este proceso se habló de intimidación a electores en Tamaulipas de parte de integrantes de bandas delincuenciales.
O ya de plano de pactos en lo obscurito, como el que denunció esta semana el ex candidato presidencial tricolor Francisco Labastida, que aseguró que el PRI pactó con Morena facilitarle la llegada a Andrés Manuel López Obrador a cambio de impunidad para Enrique Peña Nieto, bueno así lo dijo en entrevista con la periodista Carmen Aristegui, quien se llevó su correspondiente ataque de AMLO en la mañanera, como es costumbre.
Deslealtades, trampas, uso de recursos públicos para comprar votos salpican las elecciones en México, un triste panorama de nuestra democracia por el que tenemos que pasar.
Andrés Amievaandres.amieva@milenio.com