Siempre ha sido así, pero hoy, más que nunca: lo único seguro en el mundo de la comunicación es que no hay nada seguro.
Por eso me llena de placer y de orgullo ver el estreno de la temporada 17 de “La rosa de Guadalupe” en Las Estrellas y VIX.
¿Sabe usted lo que esto representa? Es un éxito. Punto. Un fenómeno. Un referente. Y la prueba máxima son los memes, el “hate”, las parodias.
¿De casualidad usted vio el episodio de estreno del lunes pasado? Se llamó “Muñequita de lujo”. ¿Vio el de ayer? Era repetición. ¿No le encantaron?
Si quiere, no me tiene que responder. Me queda claro que a muchas personas les da pena aceptar el impacto de esta emisión en sus vidas y que otras opinan sin mirar.
Hagamos algo: reflexionemos juntos sobre lo que está pasando aquí para que en verdad entendamos por qué este programa funciona y otros, no. Juguemos a verdades y mentiras.
MENTIRA: Todo México ve Las Estrellas. Perdón pero ya no vivimos en 1984. Hoy, el público de este canal es muy específico, muy exigente y cambia dependiendo del horario del que estemos hablando.
VERDAD: Nadie conoce mejor a las audiencias de Las Estrellas, hoy, horario por horario, como “La rosa de Guadalupe”. Por eso esto siempre funciona sin importar el día, la hora o la frecuencia. Es una cátedra de producción aplicada a la programación.
MENTIRA: “La rosa de Guadalupe” es un programa de extrema derecha diseñado con fines religiosos. ¡Pues qué “Rosa” han estado viendo! Todo lo social, lo disruptivo, se ha presentado aquí y casi siempre, antes que en otras ventanas de la industria del entretenimiento.
VERDAD: Carlos Mercado-Orduña y su equipo de adaptadores, bajo la asesoría de Bertha Ruiz, han hecho, desde hace más de 16 años, uno de los trabajos literarios más valientes de toda la historia de la televisión mexicana.
MENTIRA: La gente quiere ver cosas nuevas, innovadoras. ¿La gente? ¿Quién es la gente? ¿Dónde están esos estudios que demuestran semejante afirmación? Cuidado con los prejuicios, con la arrogancia, con creerse superior a los demás.
VERDAD: Las audiencias quieren ver lo que quieren ver. Se necesita mucha sensibilidad y mucha humildad para escucharlas, para atenderlas. Eso es exactamente lo que se hace en “La rosa de Guadalupe”.
MENTIRA: Este negocio es de los jóvenes. ¡Híjole! ¡Cómo le explico! ¿Ha escuchado usted hablar del edadismo? Cuidado con la discriminación hacia los adultos mayores.
VERDAD: El productor más exitoso de todo México, el ejecutivo detrás de “La rosa de Guadalupe”, es Miguel Ángel Herros, un señor de más de 80 años. El que es sabio, es sabio.
MENTIRA: Hay que gastar fortunas para triunfar en televisión. Qué pena pero las tendencias van exactamente hacia el lado contrario. La industria está volviendo a sus orígenes.
VERDAD: “La rosa de Guadalupe” no es sólo un éxito por su conexión con las audiencias o por los temas que toca. Es un éxito por su eficiencia en el manejo de los recursos.
MENTIRA: Los mejores programas son los que tienen a las estrellas más famosas. Me temo que no. La fama es un concepto que también ha cambiado mucho.
VERDAD: “La rosa de Guadalupe” se ha convertido en una de las mejores plataformas que tenemos en México para dar a conocer talentos. No cualquiera sale en “La rosa”.
MENTIRA: “La rosa de Guadalupe” es el programa más perfecto del universo. No. Hay cosas que se deben corregir para impedir que esto se desplome.
VERDAD: Se ha estado abusando de las repeticiones de “La rosa de Guadalupe”. ¡Cuidado! Las audiencias no tardarán en pasar factura.
Luche por ver la temporada 17 de “La rosa de Guadalupe”. Hoy miércoles 7 de febrero hay capítulo de estreno. Le va a gustar. De veras que sí.