Tenemos un problema: soy muy fan del escritor Bernardo Esquinca. Estoy convencido de que este señor está revolucionando la novela negra fusionándola con el terror, lo fantástico y mil cosas más.
Bernardo Esquinca, orgullo de México, es el autor de “Toda la sangre”, la magnífica novela en la que está inspiraba la nueva producción original de la plataforma Starzplay.
¿Y? ¿Cuál es el problema? Que estoy demasiado involucrado emocionalmente con esto. ¡Amo a Bernardo Esquinca! ¡Me encanta “Toda la sangre”!
No hay manera de que no le pida que interrumpa todo lo que esté haciendo en este momento para leer el libro y mirar la serie que se estrena hoy porque justo en esta noche de 15 de septiembre, en pleno Grito, es cuando inicia la acción.
¿Cuál es la nota? Que Starzplay sigue atendiendo a las audiencias de México y de toda América Latina apostando por nuestras historias, con nuestros talentos y en nuestro idioma.
No deja de ser muy reconfortante que en un día tan especial para el pueblo de México, un sistema de distribución de contenidos en línea nos dé un regalo tan bueno y tan alejado de los lugares comunes de las fiestas patrias.
No le voy a vender trama para no arruinarle la experiencia, pero imagínese que una historia de detectives donde el asesino no mata como estamos acostumbrados a ver en el cine, los libros o la televisión.
Imagínese un asesino que mata a sus víctimas como si se tratara de rituales prehispánicos ante la mirada atónita de una detective que está pasando por un momento particularmente sensible y el seguimiento de un periodista que trabaja para el tabloide más sensacionalista de la capital del país.
Es una bomba que explota con más fuerza que las historias estadounidenses, suecas o inglesas porque cuando uno menos se lo espera ocurren cosas llamémoslas paranormales, mágicas, muy de nuestra cultura.
Si a usted le gustan este tipo de contenidos, le juro que será inmensamente feliz con esta propuesta porque está hecha muy en serio por inmensos creadores que no juegan cuando se trata de oscuridad.
Vamos de la dirección (y actuación) de Hari Sama multipremiado por “Esto no es Berlín” a la fotografía de Alfredo Altamirano responsable de las imágenes de cañonazos como “El caso Cassez-Vallarta, una novela criminal”, pasando por la dirección de arte de Marcos Demián Vargas que estuvo en “Roma” de Cuarón, por los efectos especiales de Rosa Elena Amador que estuvo en “The Mandalorian” y por muchos gigantescos creativos más.
Y el reparto no puede ser más atinado. Aarón Díaz está fantástico dándole vida a Eugenio Casasola, el gran protagonista de esta serie (y de toda una saga de Bernardo Esquinca).
Cuando usted vea a Ana Brenda Contreras la adorará porque la señora no sólo hace aquí lo que jamás había hecho como actriz de cine y televisión. ¡Maneja acentos!
Y yo necesitaría unas dos columnas más para detenerme en los trabajos de sus espléndidos compañeros como Odiseo Bichir, Marco Treviño, Clementina Guadarrama, Arturo Barba, Pía Watson, Emilio Guerrero y Antonio Trejo Sánchez, por mencionar sólo a unos cuantos.
¿Por qué habría que verla? Porque un país sumergido en la violencia, amante del terror, que no se atreve a contar sus propias historias de violencia y a manejar el terror, está condenado a nunca resolver nada, a la dependencia cultural y a muchas cosas peores.
Celebremos a México mirando lo que nunca habíamos visto en una producción orgullosamente nacional.
Veamos cine mexicano. Gocemos series mexicanas y luchemos con tosas nuestras fuerzas por disfrutar, a partir de hoy, de “Toda la sangre” en Starzplay. ¡Ahí nos vemos!
alvaro.cueva@milenio.com