Espectáculos

'Siempre fui yo' de Disney+

Necesito pedirle un favor: métase a Disney+ y vea “Siempre fui yo”.

¿Por qué? Porque se me hace una propuesta particularmente admirable.

Le explico: de un tiempo a la fecha, cuando se producen contenidos en español, ya no sólo se trata de México produciendo para los mexicanos, de Argentina produciendo para los argentinos o de Perú produciendo para los peruanos, y de ahí que todo se exporte.

Ahora se produce para toda la región. Desde Estados Unidos hasta la Patagonia. La exportación es relativa. Las plataformas no conocen fronteras y ningún país vale más o menos que otro. Todos los que hablamos este idioma vamos juntos.

Esto sucede justo cuando una de las tendencias más importantes del entretenimiento global es que el público de cada país prefiera ver a su gente antes que ver a la de otras naciones.

El problema es: ¿Cómo se divierte a los chilenos con venezolanos? ¿Cómo se cautiva a los panameños con mexicanos? ¿Cómo se triunfa en Colombia con cubanos de Miami?

El reto, hoy, es monumental, especialmente para los escritores. ¿Cómo le haría usted para contar una historia que tenga personajes de toda Hispanoamérica, que sea creíble y que funcione?

Por eso admiro “Siempre fui yo”. Es de no creerse el talento de sus más de nueve escritores para construir una serie buena, 100 por ciento compatible con el espíritu de Disney y verdaderamente panregional.

No importa si usted vive en Los Ángeles, Quito o Montevideo, la va a disfrutar tanto como si viviera en Monterrey, Cartagena o Buenos Aires.

¿Cómo le hicieron los responsables de este concepto para unir a tantas audiencias?

Primero, utilizando el lenguaje universal de la música y, segundo, justificando con particular maestría las situaciones y, por supuesto, a los personajes.

“Siempre fui yo” es como aquellas legendarias telenovelas musicales juveniles que Luis de Llano Macedo hacía en los años 90 y 2000 sólo que condensada en muy pocos capítulos y con todo el poder de las series.

No le voy a vender trama para no arruinarle la experiencia, pero ésta es la historia de la hija mexicana de un gran cantante colombiano que lucha por convertir sus sueños en realidad mientras investiga algo y pone a prueba su corazón.

Sí, yo sé que contada así no suena muy emocionante, pero le doy mi palabra de que cuando la comencé a ver no podía creer el grado de originalidad de la historia.

Todo lo que los jóvenes aman hoy está ahí perfectamente bien puesto y con algo que no es común ni en las series ni en las telenovelas latinoamericanas: la relación entre los papás y las hijas.

No sabe usted qué cosa tan más bonita y el reparto no puede ser más afortunado.

¿Sabe usted quién es la protagonista de “Siempre fui yo”? Karol Sevilla, nuestra amada Luna de “Soy Luna” que está mejor que nunca como actriz, como mujer empoderada y como digna representante de una nueva generación de estrellas.

También sale el inmenso Christian Tappan a quien seguramente usted también ovacionó cuando lo vio en “La reina del sur”, “Narcos” y “Primate”. ¡Y el director es el mismo de “María Magdalena” (Juan Felipe Cano)! ¿Le sigo?

No, mejor se lo vuelvo a pedir: métase a Disney+ y vea “Siempre fui yo”. Se la va a pasar muy bien, gozará con música de lo mejor y la terminará admirando tanto como yo. Se lo garantizo. ¡Felicidades!

Álvaro Cueva

alvaro.cueva@milenio.com

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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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