Política

Garibaldi de día

Así es como acaba todo un día? Escapamos de esta ciudad para no volver. Garibaldi day, la última vez que estuve aquí hace semanas, tiré a una coladera mis promesas, atravieso el Callejón de los Locos, son las 7:06 de la mañana. Garibaldi nite, aquí estuve con Rick el verano pasado, una madrugada, de no ser por su intuición “tenemos que irnos…ahora”, tal vez no estaría contando esto, una playera llena de sangre, un zapato, dos tipos afuera de ese antro, dentro celebraban algo, reían eufóricos con ojos y dientes desorientados.

También estuviste en este callejón buscando medicina contra el dolor del mundo, qué cansados los ensayos con tufo académico que creen que tu mayor logro fue enviar a rodar al camino a generaciones enteras, un par de profesores han comprado tu casa en ese pequeño pueblo de Florida en el que el dios bourbon te raptó, han pagado 360 mil dólares, harán lecturas de poesía en tu honor, dan ganas de vomitar. Nunca te importó tener más hogar que una banca o un blues, esa fue tu vida, no debería imitarla nadie. Los Negretes con su canción Garibaldi de Noche, son los únicos que se acercan a tu mundo. Huiste, sí, al final regresaste al D.F para cerrar esa novela que empezaste SOLO en un cuarto de azotea, sin ningún afecto constante más que el necesario para el escritor: su preciosa soledad, sin más compañía que fantasmas, escritura y bourbon, sin rumbo, vagabundo del Dharma.

Ellos huyeron, no eran tus amigos, cuando leí a William Burroughs no me pareció genial, como tú o Corso, no era nada especial junto a ustedes, un vulgar drogata que asesinó a su esposa, existen personas que lo ven como un héroe, da asco francamente. Amaste a Tristessa, Esperanza Villanueva, han escrito sin entender nada, tratando de encontrar una explicación al amor entre ustedes, tan lejos del budismo, tan cerca del suicidio y una jeringa llamada: misterio, ¿suponen que una mujer se prostituye tan solo por dinero para morfina en la zona de La Merced o Garibaldi, por alcohol o cualquier droga? qué ridículos. Los hombrecillos, pagan sin entender nada acerca de nosotras, hablan de morfina sin haberse pinchado, escriben de pasión sin conocimiento.

Jack, ¿cuál fue tu primera palabra en francés?… a los 17 años te asumiste escritor, algunos mueren sin asumirse. No sé si estamos en la Sexta Guerra Mundial, de nuevo vivo lejos de las noticias, fue Sebastián, tu amigo, él te impulsó a escribir, terminó muerto de tristeza en una playa, te casaste con Stella, su hermana. Existen desconexiones traidoras disfrazadas de amistad o amor, estamos rodeados sin poder evitarlo de personas drenantes, este aislamiento demostró quién nos escucha, quién ignoró nuestro dolor, quién intenta usarnos, quién miente dolosamente, quién nos abandonó. No se confundan, la destrucción es más genunina que el equilibrio, dios no es un mariachi, dios es un perro hambriento, doliente, sucio y sarnoso, reflejado eternamente en un charco de San Juan de Letrán desde 1955. 

Susana Iglesias*

* Escritora. Autora de la novela Señorita Vodka (Tusquets)

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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