En sus reflexiones sobre la vida, Leonardo Da Vinci nos recuerda una verdad redonda y pura, con el apoyo o sin el de las encuestas, agrego hoy: el mayor engaño padecido por el ser humano proviene de sus propias opiniones.
A casi cinco años del inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, aun cuando no existe el deterioro de aprobación visible en los finales de los sexenios de los panistas Fox o Calderón y del priista Peña Nieto, asumiendo al decrecimiento aprobatorio como evidencia de incomodidad o descontento mayoritario, los voceros de la oposición al movimiento encabezado por el mandatario insisten en señalar desgaste generalizado de la situación de seguridad, empobrecimiento y pérdida de oportunidades de la población y el supuesto crecimiento de probabilidades de ellos mismos para desplazar al partido gobernante.
Si los acompañaran datos contundentes, así como la probabilidad de persuadir a audiencias masivas y además contaran con una agenda nacional suficientemente precisa y atractiva para todos los segmentos del electorado, la coyuntura del 2024 estaría en sus manos.
No ocurre así.
Debe reconocerse que su único avance claro es la colocación de los nombres de dos mujeres como probables contendientes de Claudia Sheinbaum en un proceso que concluirá cuatro días antes de cumplirse las expectativas presentadas en todas las encuestas en relación con Morena, salvo en la que prefiere uno de los aspirantes de ese partido.
Nos beneficia a todos tener a Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez entre las mencionadas para afinar algunas observaciones: 1) era falso que una mujer no pudiera ser vista como candidata apoyable a la Presidencia; 2) es posible en un plazo relativamente corto que una persona sea posicionada como aspirante a esa magistratura, lo cual también se negaba; 3) las probabilidades de un hombre como aspirante se han desplomado y la madurez política atribuida a algunos de ellos no puede ser considerada como un hecho.
Además, 4) los señalamientos presidenciales directos sobre Gálvez, a partir de las inconsistencias éticas, de su narrativa o de la ubicación del tipo de aliados —los Alitos, los Romeros— son parte de una guía de referencia a los seguidores de Morena que tiene utilidades prácticas; 5) con todo, la contienda sitúa de manera más estratégica las campañas para legisladores federales y la capital nacional donde el partido gobernante abandonó la confianza costosa del 2021 y está en condición tanto anímica como territorial de recuperar posiciones.
¿Pesan más las tendencias negativas internas a Morena, en el frente opositor o en el partido de apellido ciudadano? Doble contra sencillo: las actitudes se acomodan alrededor de las tendencias predominantes. Si al PRI le conviniera, jugaría solo igual que al partido naranja; o en compañía —pública o no— del centro mayor de atracción electoral.
¿Opiniones? Tal vez. Al aconsejar al Duque de Milán, el genio Leonardo insistía en la consanguineidad y en la propiedad como atractivos. La posesión del poder es también una variable.