Política

Ricos absolutamente necesarios

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El asistencialismo, la gran receta del régimen de doña 4T para aminorar la pobreza de los mexicanos, tiene fecha de caducidad. El esquema no cambia de raíz la realidad —es decir, no interviene en manera alguna para expandir el sector productivo— sino que es la mera perpetuación de un estado de cosas: los destinatarios de las ayudas siguen en una condición de dependencia que no implica una verdadera transformación de sus destinos, así sea que puedan consumir más bienes y ver mitigadas, en los hechos, las durezas de la escasez.

Pero, sobre todo, una gran interrogante: ¿cómo se financian estos programas, de dónde sale el dinero? Pues, es una simple transferencia de recursos que fueron primeramente generados en el mercado, miren ustedes, al ocurrir transacciones de todo tipo –inversiones, ventas, comercializaciones y negocios— de manera tal que papá Estado pudiere llevarse una tajada de los caudales en circulación.

No creciendo el dinero en los árboles ni lloviendo del cielo —más allá de que los izquierdosos no controlen los bajos instintos que los llevan a disponer y dilapidar despreocupadamente los peculios ajenos— el tema, justamente, es que una estrategia asistencial sustentada puramente en la recaudación de lo producido, digamos, por terceros —en oposición a la plena integración a una economía vigorosa de los grupos sociales más desfavorecidos— termina por toparse con pared. ¿Por qué? Muy sencillo, porque le falta un factor esencial a la ecuación, a saber, el de costear en primer lugar lo gastado, siendo que la plata incautada a los demás no solo es insuficiente sino que debería de emplearse, también, en muchos otros renglones —infraestructura, seguridad pública, salud y educación— para atender debidamente las necesidades de toda una nación.

Vemos, desde ya, que los recursos comienzan a escasear y que el supremo gobierno, habiéndose responsabilizado del sustento de toda una masa clientelar, dispone reformas para que los grandes contribuyentes paguen lo que supuestamente deben —se habían acogido, hasta ahora, a las exenciones que les dispensaba el sistema— y que va a escudriñar en todos los rincones para encontrar riquezas y aprovisionar así las arcas del erario.

Y, pues sí, el socialismo populista necesita de los ricos. Vaya paradoja…


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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • revueltas@mac.com
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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