Política

¿Quiénes matan en esta guerra que no es guerra?

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Las cifras son rotundas: miles y miles de muertos. Los hechos también son irrebatibles: masacres (o sea, auténticos crímenes de guerra), combates, enfrentamientos y, sobre todo, conquistas territoriales.

Hay contiendas militares que tienen lugar para abatir a una economía rival; otras son meramente defensivas; y algunas más, sobre todo las que acontecían en los tiempos pasados, para apoderarse del territorio de una nación vecina, con todo y el apropiamiento de los recursos y las riquezas del adversario derrotado.

La tan traída y llevada “guerra de Calderón” —la campaña que hubiera comenzado para legitimar el fraude electoral que lo llevó a la Presidencia de la República, en la muy interesada versión de quienes no reconocen la derrota que sobrellevó su candidato, así fuere que la intervención de las fuerzas militares hubiera sido solicitada por el gobernador de Michoacán, uno de sus correligionarios— la tal “guerra”, repito, se ha vuelto una muy maligna entelequia y sigue siendo, en boca de los oficialistas de turno, el supremo pretexto para validar, justamente, su presunta vocación humanista, o pacifista o lo que fuere, consagrada en la sentencia “abrazos y no balazos”.

Calderón, de plano, hubiere incendiado el país y, encima, por las peores de las razones. Pero, miren ustedes, no guerreó el hombre para combatir a un enemigo imaginario sino, invocando una cardinal razón de Estado, para restarle poder a las organizaciones criminales que le disputaban el mando al gobierno en amplias regiones de México, en abierta violación a la soberanía nacional, y para detener su progresiva expansión.

Ferozmente satanizada la estrategia de Calderón por López Obrador, y secundada tan drástica desacreditación por las fuerzas de Morena, la alternativa del régimen de la 4T no fue otra que irse al extremo opuesto y los resultados de tan ejemplar benevolencia, por no hablar de abierta complicidad ni contubernios con el crimen organizado, los tenemos a la vista: no sólo los muertos y las fosas clandestinas sino comarcas enteras de nuestra patria sojuzgadas por unos delincuentes que extorsionan, secuestran, torturan y, sí, asesinan todos los días. Ellos son los que siguen matando a los mexicanos en esta guerra que, desde luego, no es guerra porque ya no nos gobierna la derecha.


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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • revueltas@mac.com
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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