Durante los Juegos de Tokio he escuchado una frase bastante trillada que me causa hilaridad: “asistir a los Olímpicos es una hazaña”. De acuerdo, pero tampoco podemos soslayar que durante el proceso de selección intervienen factores como el nepotismo, el compadrazgo y el amiguismo. Me decía un directivo local que se trata de un círculo vicioso donde participan Conade, Comité Olímpico y Federaciones.
Mi argumento es, que si asistes para ser competidor, por lo menos debes ocupar un décimo lugar, pero del décimo en adelante eres un participante. Sin la remota posibilidad de medalla. La Delegación Mexicana padece desde hace bastantes años de una enfermedad podrida que se llaman federaciones. No obstante, el recurso económico es sustancial en el desarrollo del atleta. La revista Forbes nos informa sobre el particular: “Para la mayoría de los atletas, además de algunos deportistas olímpicos altamente pagados como Kevin Durant y Naomi Osaka, competir a este nivel de élite es una lucha financiera. Hay costos de equipo, costos de entrenamiento, costos médicos y más, lo que hace que los atletas busquen dinero en efectivo de patrocinadores y subvenciones. Pero los pocos selectos que pueden escalar el podio (se espera que se otorguen 339 juegos de medallas en los Juegos de Tokio, en 33 deportes) pueden encontrar que sus países están dispuestos a hacer que todo valga la pena. Estados Unidos, por ejemplo, está otorgando 37,500 dólares por cada medalla de oro que gana un atleta en Tokio; 22,500 dólares por plata y 15,000 dólares por bronce, además de las subvenciones y beneficios como el seguro médico que ofrece más ampliamente. Esas cifras han aumentado de 25,000, 15,000 y 10,000 dólares que se pagaron en los Juegos Olímpicos de Río 2016. El país anfitrión de estos Juegos, Japón, paga de manera similar, con bonificaciones por medallas de aproximadamente 45,000 por el oro, 18,000 por la plata y 9,000 por el bronce, excepto en el beisbol, y los miembros del equipo japonés, según los informes, en la fila por 45,000 adicionales si pueden ganar el torneo”.
En México, por ejemplo, se espera que la Conade entregue becas vitalicias acumulables a los medallistas por 13,000 pesos para quienes ganen el oro, 11,000 pesos para la plata y 10,000 pesos para el bronce.
No todos los países ofrecen un premio por una actuación en el podio. Gran Bretaña, Nueva Zelanda, Noruega y Suecia, por ejemplo, no ofrecen ningún pago adicional por las medallas, ni tampoco las delegaciones más pequeñas como Saint Kitts y Nevis. Solamente habrá que ver el medallero para comprobar la importancia de los apoyos económicos.
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