Doscientas órdenes de aprehensión quedan pendientes en la primera gran batida contra el huachicol fiscal que ha emprendido el gobierno.
Este puede ser, ojalá lo sea, un punto de viraje en el sexenio, la ruptura con los pactos de impunidad y corrupción heredados de lo que fue el primer piso de la 4T.
Se trata de una primera limpieza a fondo, por lo visto urgente, de sus sótanos, porque parte sustantiva de los sótanos del edificio de la 4T ha quedado expuesta en su rampante corrupción.
El pacto de impunidad roto con el huachicol fiscal podría ser el principio de una sana ruptura del nuevo gobierno con el pasado.
Medio México sabe ya que la herencia de López Obrador necesita corrección. Y que el camino hacia el futuro del nuevo gobierno no puede abrirse mirando hacia atrás, construyendo sobre cimientos podridos de complicidad política y corrupción económica.
Sinaloa es suficiente metáfora de ingobernabilidad por continuidad a rajatabla. Quizá ha llegado el momento de la ruptura en la construcción del segundo piso de la 4T que se propone la presidenta Sheinbaum, un ajuste cabal con la herencia corrupta y los emisarios del primer piso.
Las ganas de creer me dirán: muchas ganas de creer. Sí y muchas ganas de cambio en el rumbo de la República.
Sin limpiar sus establos de corrupción en el nivel que lo está haciendo, el gobierno de la presidenta Sheinbaum construirá sobre basura y su promesa de transformación será un espacio de impunidad y bandidaje estatal.
La prensa incómoda no se equivocó con el huachicol fiscal. Dijo con exactitud lo que estaba sucediendo. La bienvenida investigación del gobierno, hay que decirlo, va años atrás de la información divulgada. La prensa incómoda ha sido más efectiva que las instancias judiciales.
Las pruebas que pide cada mañana la presidenta Sheinbaum, cuando le preguntan de un asunto que le disgusta, estaban todas en la prensa en el caso del huachicol fiscal, y siguen ahí, en esa prensa crítica, para muchos otros aspectos de la herencia podrida de López Obrador.
En esa prensa incómoda están las verdades que le urgen atender a México, no en las mañaneras.