Entre las decisiones de la titular de la Secretaría de Cultura del sexenio anterior que más inconformó a la comunidad artística del Valle de Toluca, fue el cierre del Centro Regional de Cultura ubicado en el Parque Ambiental Bicentenario, un lugar de formación y expresión en artes de niñas, niños y adultos.
Esa decisión interrumpió la dinámica de integración comunitaria que existía alrededor del centro y, desde luego, canceló las opciones de formación y recreación que trae consigo el cultivo de la intuición artística y la disciplina y rigor de quienes aspiraban a ser en esas aulas más que aficionados al arte.
La comunidad docente y de padres de familia buscaron rebatir la decisión, pero su esfuerzo fue infructuoso: la cancelación del capital social formado ahí era irreversible, como muchas decisiones que adoptó la entonces titular de la Secretaría del ramo.
Hoy, esa comunidad agraviada quiere llamar la atención del nuevo gobierno estatal para que se reabra el Centro Regional de Cultura de Toluca y recobre la vitalidad que tuvo antaño. La razón más relevante es, sin duda, la recuperación de la confianza social en sus autoridades culturales, a partir de la reparación del daño causado por cerrar el centro.
De lograrse, los beneficios serían múltiples, tanto para la comunidad alrededor del centro como para el parque ambiental donde se encuentran sus instalaciones. Una historia tan vasta como la de la extinta Casa de Cultura de Toluca, hoy Centro Regional de Cultura, merece continuidad, renovada, claro, bajo la luz de las nuevas exigencias del entorno.
Hoy puede lograrse, con la voluntad de la nueva titular de la Secretaría de Cultura. Ojalá escuche esta demanda de la comunidad y corrija los desatinos de quienes, estando al frente de la Secretaría, ejercieron el poder público como si fuera un poder privado, tal como lo denunciamos aquí desde 2018, cuando al Museo de Arte Moderno del Estado de México le fue quitado el nombre del insigne maestro Carlos Olvera Avelar.