Cultura

Ah! Mes amis!

Durante esta pandemia de la que aparentemente vamos saliendo, la mayoría hemos dejado de frecuentar a nuestras amigas y amigos. Yo nunca he podido definir qué es la amistad; por más que he leído sobre el tema, no logro coincidir totalmente con ningún filósofo. Quizá Nietzsche sea quien más me acerca a la forma en que yo entiendo la amistad, pero algo le falta: su solemnidad en este tema hubiera cambiado de haber contado con más vida.

El amor que siento por mis amigas, y por supuesto, por mis amigos también, hace que no pase un día sin que piense en ellas o en ellos, independientemente de no haberlos visto en años, ya sea por la distancia física o por las eternas prisas del trabajo en la ciudad, que no nos da un respiro. Si tuviera que contarlos con los dedos de una sola mano me faltaría uno, afortunadamente, porque son una parte muy íntima de mi vida diaria.

La amistad no puede definirse porque se da de muy diversas formas, sin que ello implique graduar de mayor a menor: simplemente son diferentes. Hay quienes están presentes por su sabiduría y buen humor; hay a quienes se admira y quiere por su forma de ser; y hay con quienes se tiene la más íntima hermandad. Con otras se comparte una comprensión básica de la vida y se cuenta con ellas ante cada caída. También existe la amiga que nunca dejó de serlo, a la que nos une la común e inquebrantable raíz vital de la infancia y adolescencia compartida.

Pero hay un factor común de esas amistades, que me acercaría a la definición de lo que es la amistad para mí: ese factor común es que estoy dispuesta a dar todo por esas personas. Si algo les pasa, si alguien les daña, salgo como fiera y me juego el pellejo sin importar lo que pueda pasar. Quizá por eso si tuviera que contarlos con los dedos de una mano, me faltaría un dedo. Claro: también por eso es tan dolorosa la pérdida de una amiga, ya sea por la muerte física o emocional. Pero vale la pena: los recuerdos de una amistad muerta son tan bellos como los de una amiga que, en efecto, falleció. Son diferentes formas de morir que no deben demeritar lo que fue.

Soy muy afortunada. No por tener muchas amistades, sino por ser muy buena amiga y haber encontrado pocas, pero verdaderas amistades. La pandemia comienza a pasar: ¡llegó el momento de regresar!

Paulina Rivero Weber 

Google news logo
Síguenos en
Paulina Rivero Weber
  • Paulina Rivero Weber
  • paulinagrw@yahoo.com
  • Es licenciada, maestra y doctora en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Sus líneas de investigación se centran en temas de Ética y Bioética, en particular en los pensamientos de los griegos antiguos, así como de Spinoza, Nietzsche, Heidegger.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.