El mandatario Miguel Barbosa celebró los tres años de gobierno, con la mayoría de posiciones ganadas por sus seguidores en la elección de consejeros estatales del partido Morena.
En una jornada abierta donde los ciudadanos acudieron a las mesas de votación en las plazas públicas, con el solo hecho de manifestar su deseo de participar, ni cuesta trabajo prever quién ganaría.
Una de las ventajas en una elección de esa naturaleza es que, quien tenga el control del aparato administrativo en los municipios, en el estado o la Federación, será quien se imponga.
De los 150 consejeros electos en el estado, los morenistas afines al grupo del gobernador ocuparían algo así como 115 consejerías.
A diferencia de los partidos fundacionales de Morena, donde prevalecía el debate de ideas y asambleas en serio, lo observado el 30 y 31 de julio solo deja en claro que Morena no es un partido de confrontación de ideas, sino de capacidad de acarreo, o como le llaman, de movilización.
Las filas en municipios del estado y otras ciudades de la República tenían entre sus votantes a personas de la tercera edad, hombres y mujeres que, con lista en mano, acudieron a votar.
John Ackerman, militante activo y crítico en ese partido, comentó en una entrevista en MILENIO Televisión, que muchos de los votantes beneficiarios de programas sociales fueron llevados con el engaño de apoyar al presidente de México.
Pero desde la perspectiva poblana, “haiga sido como haiga sido”, en el resultado de la votación en los 15 distritos, el llamado barbosismo en Morena, del que pretendían deshacerse sus detractores en este proceso, fue la mayoría.
Las expresiones de los grupos morenistas que tienen como cabezas visibles a la ex alcaldesa Claudia Rivera Vivanco y al diputado federal Ignacio Mier Velazco quedaron muy disminuidos, y serán minoría en el consejo estatal.
Pero no solo eso: quedan muy limitadas sus aspiraciones de hacerse de la candidatura a la gubernatura para las elecciones 2024.
En contraste, se fortalecen los autodestapados a la candidatura como Gabriel Biestro, Melitón Lozano y Sergio Salomón Céspedes, principalmente.
Fue el legislador federal Alejandro Carvajal quien le puso nombre y apellido al “tapado” para la dirigencia estatal: Agustín Guerrero, a elegirse el 13 de agosto por el consejo estatal, un personaje afín al gobernador.
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