El gobierno de Claudia Sheinbaum apuesta por un trato preferencial en esa cruzada que el presidente de EU, Donald Trump, mantiene para “liberar a su América”; se sabe que en el camino habrá pérdidas y que éstas podrían ser considerables, pero que en el resultado final podría haber una consolidación todavía más sólida del bloque de Norteamérica para mantenerlo en una cómoda posición en el concierto internacional.
En Palacio Nacional, nos aseguran, han decidido dejar de tomarse las cosas de manera “personal”; más allá de los temas de migración y seguridad, en los que México es visto como parte responsable, en el ámbito comercial se tiene claro que los estadunidenses no observan a otro enemigo que no sea China, y a su creciente economía.
Los expertos afirman que Trump toma muy en serio esos augurios de que, de seguir la tendencia de la economía mundial como se ha mantenido hasta ahora, en algunos años China estaría dominando al mundo, pues un cada vez más marcado control del comercio estaría relacionado con un mayor poder en el manejo de la geopolítica y de la industria militar.
Lo anterior significaría así una decadencia de la supremacía norteamericana, que es precisamente lo que el mandatario de EU quiere evitar, con un estilo y estrategia en la que está decidido a involucrar a todos los países que pueda en su pelea. De ahí que haya dado la espalda al bloque europeo en el conflicto de Ucrania, para intentar acercarse más que los chinos a Vladímir Putin. En México esto ya se entendió y, ante ello, nos ha tocado alinearnos con un bando; era lógica la decisión a tomar por simple posición geográfica y porque nuestra economía está tan integrada con la estadunidense y la de Canadá que hace imposible volver hacia atrás. Es cierto que se acabaron, por un tiempo, los grandes anuncios de inversiones en sectores como el automotriz, pero todo indica que, al menos, está descartada una catástrofe.
Palabras clave
El peor escenario que había proyectado el gobierno de Claudia Sheinbaum en una guerra frontal con el gobierno de Donald Trump era la pérdida en el país de hasta dos millones de empleos, escenario que en los hechos ya se ha descartado. Esto cuando para evitar mayores afectaciones a importadores y exportadores, México no considera imponer aranceles como respuesta a los anuncios que el propio Trump realizará este 2 de abril, que ya llegó.