Previo a iniciar la temporada 2019-2020 de la NFL, mis tres ávidos y entusiastas lectores, aquí su Charo Negro de confianza les hablaba de una liga que este año sería caracterizada por el dominio de los quarterbacks y de que las posibilidades de los equipos iban a estar, en su mayoría, condicionadas al desempeño de estos jugadores.
¿Y en qué basa su pedorrísima y delirante teoría este remedo de analista, se preguntarán muchos? La estadística, mi querido Watson, es importante para llegar a esta conclusión, pero además el hecho de observar las actuaciones de cada uno de ellos.
Para ejemplificar lo anterior, ¿vieron la actuación de Russell Wilson en el partido ante los Carneros de Los Ángeles el pasado jueves? No es coincidencia que Wilson sea el tercer mejor QB de la liga, que los Halcones Marinos se encuentren con marca de 4-1 y que, además, sean por el momento líderes de su división.
¿Y qué les pareció la actuación de Jared Goff, a pesar de la derrota de los Rams? Sus 395 yardas en este partido, con un porcentaje de 59% de pases completos y un TD lo colocan como segundo mejor QB de la NFL, mientras que su equipo viene con marca de 3-2 y como tercer lugar de su división por detrás de Seattle y San Francisco, que está invicto y con un juego menos por descanso. Créanme que yo no dudaría ni un segundo que los tres se metan a playoffs, con dos de ellos como comodines.
Ahora, ¿díganme qué piensan de Patrick Mahomes? No hay que ser un genio para darse cuenta de que el hecho de que los Kansas City Chiefs sean los líderes de la NFL en todos los departamentos a la ofensiva -menos en ofensiva terrestre-, sea responsabilidad de este pedazo de jugador. Mejor equipo por pase, mejor equipo en recepciones, líder en puntos anotados y líder en touchdowns, además de mantenerse invictos y por encima del resto de contendientes en los pronósticos como favoritos para ganar el próximo Súper Bowl.
¿Alguien se atreve a descartar a veteranos de la talla de Tom Brady y Aaron Rodgers? En el caso del primero, mantiene a New England como líder de su división y además invicto con una marca de 4-0, mientras que el segundo tiene a Green Bay al frente de su división con marca de 3-1 y ambos son contendientes para ganar el campeonato.
¿Y qué me dicen de los jóvenes Baker Mayfield, Dak Prescott, Josh Allen, Deshaun Watson, Mitch Trubisky o Jacoby Brissett, que ha suplido de maravilla al retirado Andrew Luck? Todos ellos tienen a sus equipos en los primeros lugares y con excelentes posibilidades de calificar a playoffs, lo que confirma mi teoría de que este año los quarterbacks son los más importantes para que sus franquicias funcionen. Así las cosas.
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