No encontré una mejor forma de despedir 2025 que reir y reir al ver los 12 capítulos de Malas Bellas artes, la mejor sátira contra la tiranía de la juventud, lo políticamente correcto en estos tiempos, el ambiente cultural de cualquier país latino, el mundillo del arte...de la promotoría cultural...
En cada capítulo tiran al blanco y le atinan; los hermanos argentinos Gastón y Andrés Duprés, se asociaron de nueva cuenta con Mariano Cohen para realizar esta serie en dos temporadas realizadas de un tirón en espacios ibéricos como el teatro auditorio de San Lorenzo de El Escorial, para la premiación de Mariel, ex de Antonio (la legendaria Angela Molina) o el Centro de Exposiciones y Congresos Lienzo Norte de Avila; el resultado es continuamente delirante, como una película de los hermanos Marx.
En capítulos como "Lucas" (un Basquiat infantil), el inicial ""El concurso", "La distinción" o "Cuestión de género", el espectador no puede distraerse porque se pierde de un chiste, una burla, un momento que parodia a situaciones, obras de arte, detalles del personal de un museo...
Cada momento de cada capítulo es un chiste ácido, una referencia cultural, una broma cruel, todo el capítulo dedicado al pintor -Sánchez- anacrónico interpretado por otro legendario: José Sacristán, por ejemplo.
Hay un tono irreverente que no da descanso al espectador, como la estatua víctima de atentados permanentes, o cada intervención de la ministra de cultura (Ana Wagener) y ainqu la serie quiere ser indulgente con Leo (Koldo Oñabarri), el programador de exposiciones y con Marisa, la secretaria del señor director (Aixa Villagrán), no puede evitar el toque socarrón, como el capítulo de la Beluga en exposición.
El doctor Antonio Dumas (Antonio Martínez), acude a un concurso para ocupar la dirección del Museo Iberoamericano de Arte Contemporáneo y desde el primer momento se le aprecia cáustico, irreverente y hasta amargado, dentro y fuera de su trabajo como veterano historiador del arte y gestor cultural; por ejemplo:
su hijo le reclama que fue un padre y ausente y lo acusa de ser un abuelo ausente. El Grinch le responde que está bien, que es verdad.
Lo más divertido de la serie es que Andrés Duprés es arquitecto, curador, guionista, director de cibe y tv, además DIRECTOR del museo Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires, antes fue director del Museo de Arte Contemporáneo y del Museo de Bellas Artes de Bahía Blanca, Argentina... ja ja ja ja...
¡Qué tipo!
No se pierda esta estupenda forma de despedir el año. La serie está en varias plataformas y en Youtube.
