
En México, el interés por integrar la biodiversidad y las soluciones basadas en la naturaleza en el sector financiero está en auge. Este enfoque resalta la importancia del capital natural como una vía estratégica para redirigir tanto recursos públicos como privados hacia proyectos que generen impactos positivos en el medio ambiente y la sociedad. Sin embargo, la urgencia de esta tarea es apremiante y requiere de la participación de todas las personas que integran al sector financiero.
En 2018, la Iniciativa Finanzas de la Biodiversidad (Biofin) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimó que se necesitan anualmente 8,685 millones de pesos para cerrar la brecha financiera para la biodiversidad en México. Esta cifra representa un 46.7 por ciento adicional al gasto anual que el gobierno mexicano destinó ese mismo año. Si bien el sector público tiene un papel crucial en la orientación de recursos financieros hacia la biodiversidad, es imperativo que el sector privado, especialmente el financiero, asuma una parte activa en esta tarea.
La colaboración del sector financiero no solo es necesaria, sino que también es estratégica para alcanzar los objetivos de conservación, restauración y uso sostenible de la biodiversidad que México se ha planteado. Las instituciones financieras están comenzando a ver la biodiversidad como una oportunidad para colaborar con el sector ambiental y cumplir con sus objetivos de sostenibilidad. Esta sinergia se ha fortalecido y traducido en inversiones responsables y sostenibles que integran criterios ambientales en las decisiones financieras, reflejando una evolución significativa hacia la sostenibilidad.
Sin embargo, para maximizar el impacto de estas inversiones, es indispensable generar más y mejor información sobre la biodiversidad. Una toma de decisiones basada en evidencia permitirá canalizar adecuadamente los recursos financieros para incidir positivamente en la biodiversidad. En este contexto, varias iniciativas están marcando el camino.
La publicación de las recomendaciones finales del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con la Naturaleza (TNFD) en 2023 busca facilitar que las empresas e instituciones financieras evalúen, reporten y actúen respecto a sus dependencias, impactos, riesgos y oportunidades relacionadas con la naturaleza. Asimismo, el nuevo estándar “101: Biodiversidad 2024” del GRI tiene como objetivo ayudar a las organizaciones a divulgar sus impactos más significativos en la biodiversidad y la forma en la que los gestionan.
Además, la Fundación de Estándares Internacionales de Reportes Financieros (IFRS), a través del Consejo de Normas Internaciones de Sostenibilidad (ISSB), anunció en abril de 2024 el inicio de un proyecto de investigación sobre divulgaciones relacionadas con riesgos y oportunidades en biodiversidad, ecosistemas y servicios ecosistémicos. Estas acciones subrayan la creciente importancia de la biodiversidad en la agenda financiera global.
Como contribución a estos esfuerzos, Biofin México publicará próximamente un catálogo de métricas e indicadores relacionados con la biodiversidad, que aglutina de manera temática aquellos contenidos en iniciativas internacionales y nacionales. Este recurso será vital para que el sector financiero pueda contar con información clara y precisa para la toma de decisiones.
La integración de la biodiversidad en las finanzas es una necesidad ambiental y una oportunidad estratégica para el sector financiero mexicano. Abordar esta brecha promueve la conservación, el uso sostenible de los recursos y una economía más resiliente y equitativa. Invito al sector financiero a ser parte activa de este cambio. La biodiversidad es una inversión en nuestro futuro y, en conjunto, podemos marcar la diferencia.