Negocios

¿Se decidirá en Palacio el futuro de Banamex?

Se puso interesante la compra de Banamex. Lo que parecía una transacción ordenada y sin contratiempos de pronto se complicó. Pocos días después de que se anunciara el acuerdo con Fernando Chico Pardo surgió, sin invitación, un nuevo tirador dispuesto a llevarse el banco. Citigroup tendrá que evaluar los pros y contras de ambas propuestas, pero mi impresión es que, al final, el fiel de la balanza será el gobierno mexicano.

Para México, la irrupción de un nuevo interesado es una buena noticia. Significa que hay empresarios nacionales dispuestos a apostar miles de millones de dólares por el futuro del país. La gran pregunta es quién se encargará de revivir al emblemático banco mexicano. 

Hasta hace poco, todo apuntaba hacia Chico Pardo, quien acordó adquirir 25 por ciento de Banamex por unos 2 mil 300 millones de dólares, mientras que Citi planeaba colocar el resto en bolsa más adelante. Pero el viernes Grupo México, encabezado por Germán Larrea, irrumpió con una oferta por ciento por ciento del banco, en efectivo y a un precio superior. Es evidente que para los dos postores quedarse con Banamex va más allá de un simple cálculo numérico; significa poseer un trofeo del sistema financiero nacional.

Para Citi, el principal factor a considerar será el monto que reciba. Pero no es el único. También cuenta la velocidad de ejecución. En ambos casos, Larrea lleva ventaja: su oferta permitiría cerrar rápido, sin esperar una colocación en bolsa. Además, su oferta es superior y su capacidad de pago mucho mayor: según Bloomberg, su fortuna es diez veces la de Chico Pardo. Desde la óptica del gobierno, la oferta de Grupo México también puede ser más atractiva: implicaría un pago mayor de impuestos (al ser más alto el precio) y una entrada inmediata de recursos. 

Sin embargo, existen antecedentes políticos que siembran dudas sobre Grupo México. El gobierno mexicano tiene que autorizar el cambio de control, y cuando Larrea intentó adquirir Banamex durante el sexenio pasado, la operación se cayó, presuntamente por un veto presidencial. Además, el gobierno puede estar renuente a que un solo grupo empresarial sea dueño de Banamex y prefiera que se convierta en una empresa pública, lo que permitiría la participación de las Afores (y con ellas de millones de trabajadores). 

Consciente de esta situación, Grupo México abrió la puerta a invitar a las Afores a invertir en Banamex y a colocar acciones en bolsa una vez que adquiera el banco. Por lo pronto, el mercado no parece convencido de su lógica financiera: el anuncio de la oferta provocó una caída de 15 por ciento en las acciones de Grupo México, borrando casi el valor que tendría que pagar por Banamex. 

Citigroup, por su parte, estará bajo enorme presión de sus accionistas para aceptar la oferta más alta y con pago inmediato. Deberá actuar con cautela para no incumplir su obligación fiduciaria de maximizar el valor para ellos. Pero mi impresión es que la decisión no se tomará en Nueva York, sino en Palacio Nacional.


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Julio Serrano Espinosa
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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