México es uno de los países con tasas de interés reales más altas del mundo. Buenas noticias para los ahorradores; malas para los deudores. ¿Cuándo y qué tan rápido ajustará el Banco de México su tasa de referencia? La respuesta importa no solo en términos económicos. Existe un ángulo político.
Mientras que la tasa de referencia actual de Banxico se mantiene en 11.25 por ciento, la inflación del año pasado fue 4.66 por ciento. Esto significa una tasa real (la diferencia entre la tasa nominal y la inflación) de 6.59 por ciento. Como referencia, la tasa real en Estados Unidos y en la Unión Europea es inferior a 2 por ciento.
Es verdad que una tasa real tan elevada es una gran noticia para los ahorradores e inversionistas que tienen su dinero invertido en nuestro país. Para los millones de trabajadores privados que tienen su ahorro para el retiro en una Afore, por ejemplo, significa una mejor expectativa de pensión. Para los inversionistas extranjeros representa un incentivo para comprar bonos mexicanos (es gracias en gran medida a este flujo de divisas que el peso está tan fuerte).
Sin embargo, para quienes están endeudados, la alta tasa real de referencia es un lastre. Los costos financieros de las empresas se han disparado. Igual los del gobierno. El mayor pago de intereses en la deuda pública, por ejemplo, es una de las razones por las que el déficit fiscal programado para 2024 aumentó de manera considerable. Para los consumidores es más caro comprar un coche con un financiamiento o una casa con una hipoteca.
Mantener la tasa real de interés tan alta por mucho tiempo puede traer consecuencias nocivas. Empresas pueden quebrar y consumidores pueden dejar de comprar, lo que afectará a la economía en su conjunto. Es por esta razón que varios analistas están presionando a Banxico para que reduzca su tasa de referencia lo antes posible. Pero otros (siendo Agustín Carstens uno de los más prominentes) advierten que actuar de manera prematura puede provocar que regrese la inflación.
En este año electoral, las decisiones del Banco de México sobre la tasa de referencia tendrán un ángulo político relevante. Es sabido que una economía que marcha bien es favorable para el partido en el poder. La gente se siente mejor y refleja su estado de ánimo votando por la continuidad. Lo opuesto ocurre con una economía en mal estado. Recientemente, la economía mexicana ha tenido un buen desempeño. Que Banxico baje su tasa de referencia (sobre todo si lo hace pronto y rápido), servirá de estímulo, lo que mejorará aún más el panorama.
Puedo imaginar a Morena y sus aliados apoyando una postura agresiva por parte de Banxico y a la oposición una más cautelosa. Podrán respaldarlas con argumentos económicos diciendo, por un lado, que las elevadas tasas reales ponen en peligro a empresas endeudadas y, por el otro, que reducirlas demasiado pronto detonará la inflación; pero no hay que confundirnos, detrás de estos posicionamientos habrá un claro interés político.