Negocios

Banamex tiene nuevo dueño: es momento de despertar

Es una gran noticia que Banamex esté en proceso de cambiar de dueño. Tras más de dos décadas bajo Citigroup, el banco se convirtió en una sombra de lo que fue. Hubo un tiempo en que competía de tú a tú con Bancomer (hoy BBVA México) por el liderazgo del sector. Hoy es apenas una tercera parte de su tamaño en activos, superado también por Santander y Banorte.

La gestión de Citi dejó mucho que desear. Quizá porque enfrentaba sus propios problemas en Estados Unidos o porque nunca supo adaptar su modelo de negocio al mercado mexicano, el gigante financiero estadunidense no supo aprovechar el potencial de Banamex. El banco llevaba años en el limbo, entre si se vendía o no, lo que frenó sus inversiones, sobre todo en tecnología, y lo dejó con sistemas anticuados.

La debilidad de Banamex es un lastre en un país que necesita con urgencia mayor competencia bancaria. El sector es una máquina de hacer dinero: en 2024 generó casi 300 mil millones de pesos de utilidades. Aun así, el acceso al crédito privado sigue siendo muy bajo: apenas 35 por ciento del PIB, según el Banco Mundial, menos de la mitad que en Chile y Brasil.

El regreso de Banamex a manos mexicanas es una buena noticia, y no solo por un tema de orgullo nacional. Cuando los bancos tienen su casa matriz en el extranjero (EU, España u otro) sus prioridades estratégicas no siempre están en México. En casos de crisis, los recursos fluyen a la sede, como ocurrió en la pandemia. Que Banamex quede bajo control mexicano garantiza que las decisiones clave se tomen en el país y que las prioridades estén alineadas con su desarrollo. Una ventaja adicional es que los nuevos dueños conocen mejor la idiosincrasia del mercado local y saben cómo navegar las complejas aguas regulatorias, legales y políticas.

Fernando Chico Pardo, el nuevo accionista de control, es un empresario mexicano con una trayectoria sólida; su inversión en Asur ha sido muy exitosa. Todo indica que está haciendo un gran negocio. Adquirió 25 por ciento de Banamex por 2 mil 300 millones de dólares, equivalente a 0.8 veces su valor en libros, muy por debajo de los múltiplos de mercado (Banorte, por ejemplo, cotiza cerca de dos veces). 

Comprar un banco debilitado puede sonar arriesgado, pero también representa una gran oportunidad. Banamex cuenta con una marca de enorme prestigio, 141 años de historia y una base de clientes que todavía confía en él. No será fácil: sus sistemas son viejos y la competencia, tanto de la banca tradicional como de las fintech es feroz. Pero con inversiones en modernización tecnológica, una estrategia mejor definida y el empuje de un nuevo dueño mexicano, el banco puede recuperar terreno.

Banamex ha pasado demasiado tiempo como un “zombi financiero”, flotando sin rumbo en un mercado altamente rentable y ávido de competencia. Ahora tiene la oportunidad de despertar y volver a ser protagonista de la banca mexicana. Le deseo mucha suerte.


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Julio Serrano Espinosa
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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