¿La infancia es destino? Todo indica que el abandono de una madre genera los peores monstruos o por lo menos es un factor importante en las investigaciones de la psicología. La sociedad es creadora de patologías.
El caso de Jeffrey Lionel Dahmer (Milwaukee, 21 de mayo de 1960-Portage, 28 de noviembre de 1994), el llamado Caníbal de Milwaukee, El Carnicero de Milwaukee o El Monstruo de Milwaukee, fue un escándalo internacional que dejó al descubierto, una vez más, la injusticia a la comunidad negra de los EEUU de Norteamérica. Las medidas y la investigación llegaron muy tarde, incluso restituyeron en sus cargos a un par de agentes que habían dejado a un niño negro en manos de Dahmer.
Durante más de diez años (de 1978 a 1991) Dahmer asesinó a 17 hombres que buscaba en bares o sitios de prácticas gays. Su radio de acción fueron los barrios pobres de Ohio y Wisconsin. Entre sus víctimas se encuentran registrados sólo dos hombres blancos de origen latino y dos menores de edad. Dahmer fue aficionado y apasionado de la taxidermia, oficio que le enseñó su mismo padre.
La miniserie de Netflix recorre diez capítulos, mismos que a lo largo nos explican -algunos innecesarios por repetitivos- la subjetiva manera que va formando la psicología y la vida de los asesinos en serie. Ejemplo: la parte en la que entra una de sus víctimas, un negro sordomundo, modelo, a quien Dahmer se resiste a matar pero al que finalmente desparece porque (como él mismo lo confiesa) no pudo contra la obsesión que lo invadía. Es probable que este fragmento funcione sólo para que la participación de la madre del sordomudo gay se convierta en definitiva a la hora en que el juez le da cadena perpetua a Dahmer por cada una de las víctimas.
Dahmer tuvo una madre adicta a los ansiolíticos y un padre que lo enseñó a destazar animales. Muy pronto se daría cuenta de que no tenía satisfacción sexual sin la presencia de un corazón o de una cabeza en la hielera. Despistaba muy bien a la policía, a los vecinos, a su padre o a su abuela.
En torno a Dahmer hay una extensa bibliografía y puestas en escena. El 28 de noviembre de 1994, fue asesinado en el Instituto Correccional de Columbia, en Wisconsin. Los familiares de sus víctimas lo odiaron para siempre pero Dahmer, el monstruo, tuvo sus fans.
Juan Gerardo Sampedrotwitter: @Coleoptero55