En Casa Iñigo, en el año 1972, se realizó un encuentro pastoral con sacerdotes, religiosas y laicos del Arzobispado de Chihuahua, los obispados de Torreón, Ciudad Juárez; y las prelaturas de Tarahumara, Nuevo Casas Grandes, Ciudad Madera, El Salto (Dgo).
Los participantes eran alrededor de trescientas personas y se desarrollaron con ponencias emocionantes y participaciones muy dinámicas.
Tal reunión pastoral, tenía como objetivo el impulsar una evangelización en las diócesis mencionadas, con ocasión de la administración de los Sacramentos.
Los jóvenes tuvieron una participación destacada.
Se buscaba encontrar criterios para la Evangelización y se dejaba a iniciativa de cada diócesis el hacer los caminos. Se recomendaba, con énfasis, las pláticas presacramentales.
Torreón tomó con empeño tal tarea y de ahí nacieron buenas iniciativas para los sacramentos de iniciación cristiana; el Movimiento Familiar Cristiano impulsó buenos cursos qué con revisiones.
Hay una buena noticia en este campo: en San Juan de los Lagos (Jal), del 6 al 9 de enero presente, se acaba de realizar un encuentro, promovido por la Comisión de liturgia de Episcopado Mexicano, con el tema “Liturgia y compromiso social”.
Ha sido por demás oportuno el tema elegido.
Para implementarlo bien es necesario tener un buen análisis de la realidad social, a lo que sí se suele enfrentar, pero en la Iglesia mexicana, se están haciendo análisis sociales, sobre todo de 1968 hasta el año 2018, después.
Hay un deber de avanzar en esta tarea.
En San Juan de los Lagos se dijo: “Según lo señalado por diversos expertos, hay algunos fenómenos globales, llamados megatendencias, que seguirán fortaleciéndose en los próximos años, ante los que habremos de estar atentos, con una mirada de fe: la continuación de la inestabilidad en el mundo, el fundamentalismo religioso, la desigualdad económica y social; el empeño por implantar una nueva imagen del hombre y la mujer en el contexto mundial, la facilidad de viajar, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías; el crecimiento explosivo de las comunicaciones y el área tecnológica de la salud, una creciente preocupación por la ecología así como la redefinición del papel de la mujer y el Estado que deja en manos privadas la mayoría de las actividades preponderantes, así como un crecimiento de la pluralidad y la democracia con un mayor interés por la educación y las artes” (PGP 42).
Se deduce que no deber terminar el análisis social en el año 2018.