La conmemoración de la Batalla de Puebla de 1862 se convirtió en una fiesta de la comunidad migrante en Estados Unidos, en el día en el que se reconoció la fuerza de la identidad latina.
Más de 2.8 millones de poblanos, entre ellos, los que viven en California, así como los que se encuentran en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, junto a la comunidad mexicana y de otras nacionalidades, se unieron, de alguna forma, a las ceremonias y festejos con motivo del 5 de Mayo.
Mole, quesadillas, chalupas, tamales, pozole, tacos, cemitas y otros alimentos, estuvieron presentes en las celebraciones en las que el espíritu latino estuvo por encima de los miedos y las amenazas, así como de los límites fronterizos.
De manera especial, las celebraciones con mayor sabor poblano se realizaron en la llamada área triestatal de Estados Unidos, que se integra por Nueva York o Puebla York como se le conoce entre la comunidad migrante, Nueva Jersey y Connecticut. De acuerdo con estimaciones del gobierno de Puebla, en el área triestatal viven más de un millón y medio de poblanos que se reunieron con orgullo para fortalecer su identidad.
En medio de la celebración del 5 de Mayo, en Manhattan se organizaron festivales gastronómicos, culturales y musicales, actividades que permitieron a la comunidad migrante recordar sus lugares de origen.
A la par, en Passaic, Nueva Jersey, se realizó una ceremonia cívica y se depositó una ofrenda floral dirigida al General Ignacio Zaragoza, quien estuvo al frente del Ejército Mexicano en la victoria de 1862 sobre la representación francesa, considerada en sus tiempos como la mejor del mundo.
Por cierto, Passaic, una ciudad que se originó de un asentamiento holandés sobre el río del mismo nombre, en 1678, en la actualidad, cuenta con más de 70 mil habitantes, de los cuales, seis de cada 10 son latinos y, entre ellos, una gran cantidad con sangre poblana.
Al final, a pesar de las amenazas de deportaciones masivas realizadas en los últimos meses por parte del gobierno norteamericano, las fiestas con sabor a México, se realizaron en diferentes puntos de Estados Unidos y se convirtieron en un reconocimiento a la identidad latina.