En muchas ocasiones hemos escuchado la frase amor apache, expresión coloquial que describe una relación enfermiza donde coexisten el amor y el odio en una pareja. En el caso de los tres partidos políticos venidos a menos: PRI, PAN y PRD; la frase les queda a la medida, debido a que nunca ha existido entre ellos el menor indicio de acuerdos, en virtud de su “incompatibilidad de caracteres”. Jamás han compartido ideologías ni propuestas, por eso cada uno de ellos cuida sus muy particulares intereses. Sin embargo, en su pretendida búsqueda por recuperar sus privilegios perdidos, insisten en integrar una coalición, no para trabajar en beneficio de México, sino para echarle montón a Morena, su adversario común y sacarla de la jugada.
El asunto que los está re-entusiasmando es el resultado de las marchas del domingo 13 de noviembre en diferentes ciudades de nuestro país. Aun así, el panorama electoral no favorece a los impulsores de lo que ellos pomposamente denominan Va por México, en virtud de sus enormes diferencias ideológicas, pero principalmente porque su objetivo es ver cuál de los tres partidos agandalla los mejores puestos, en el supuesto de que su coalición tuviera éxito. Ahí es donde la puerca torció el rabo. La pretendida coalición no garantiza resultados. Las dirigencias de dichos partidos no han logrado ponerse de acuerdo, no confían entre ellos. ¿Por qué será?
Osorio Chong propone al PRD y al PAN no hacer ningún trato con Alejandro Cárdenas, su correligionario. Para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo; reza el refrán.
La crisis de los partidos “aliancistas” es crónica, si hoy mismo renunciaran los tres presidentes y llegaran nuevos dirigentes con las mismas mañas, consignas e intereses cupulares, no mejoraría nada.
Posiblemente la crisis por la que atraviesan los aliancistas no toda la culpa es de sus actuales mandamases, más bien se debe al castigo que les impuso el electorado debido a sus corruptelas y malas prácticas de gobernanza. ¿O no, Alito? 30 millones de votos demuestran su apabullante rechazo.
Colofón
Veremos qué sucede con la tan llevada y traída alianza PAN, PRD, PRI. Tal vez Claudio X. González, su mecenas, estimulado por los resultados del domingo 13 le inyecte más millones a su endeble proyecto coalicionista, aunque de antemano sabe que esa coalición no les garantiza resultados en las elecciones de Edomex y en las de Coahuila a llevarse a cabo el 4 de junio próximo, debido al irreconciliable amor apache.
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