Ayer con el duelo entre los Kansas City Chiefs y los Detroit Lions, se puso en la marcha la temporada 2023-2024 de la NFL, en la que, como cada año, hay nuevos fichajes, entrenadores, uniformes y reglas que se modifican.
Por primera vez desde 1999, no veremos al número 12 que cambió la historia de esta liga.
Pero existe un hombre con los tamaños para heredar el vacío que deja, y ese hombre tiene nombre y rostro: Patrick Mahomes.
En lo personal, desde 1983 no me pierdo los juegos de la NFL, en especial los de mi equipo, los Raiders.
Solamente en una ocasión los he visto perder, pero valió la pena.
Fue en 2017, en la Ciudad de México, donde pude constatar que Tom Brady era de otro nivel.
Presenciar la competencia contra mis otrora “Malosos” fue de lo mejor.
Parecía un jugador de liga mayor contra defensivos de una liga infantil; no fallaba un pase.
Fue una experiencia impresionante. Valió cada peso que pagué por verlo jugar.
Tom Brady, al parecer, se ha retirado definitivamente después de 20 temporadas en las que, sin duda alguna, desarrolló la carrera más brillante que ha tenido un jugador que ha pisado el emparrillado de la liga: 7 títulos de Super Bowl, 3 premios al MVP y 15 apariciones en el Pro Bowl.
Si bien para ganar esas condecoraciones necesitó el apoyo de sus compañeros de los Patriots y los Buccaneers, en lo individual sus récords están en el mismo nivel.
Se retira con las marcas más importantes para un quarterback; pases lanzados, completos y de touchdown; yardas, regresos para ganar partidos, partidos ganados y triunfos en postemporada, sólo por mencionar algunos.
Brady tiene y tuvo muchos detractores que le criticaron que siempre estuvo rodeado de buenos jugadores; que los coaches eran los cerebros detrás de sus equipos; que la liga hoy les permite a los quarterbacks estar muy protegidos y antes no; que hizo trampa desinflando los balones para lanzarlos con mayor comodidad… Sin embargo, los números son fríos y hablan por sí mismos, y ha logrado lo que nadie más pudo hacer: competir en igualdad de circunstancias y nivel a los 45 años; competir y vencer dentro del terreno de juego a hombres que fácilmente pudieran haber sido sus hijos.
En su vida privada jamás protagonizó un escándalo o hizo una mala declaración. Supo ser líder de sus compañeros y, al igual que Maradona en el futbol y Michael Jordan en el basquetbol, tenía la capacidad de hacer que jugadores promedio se convirtieran en estrellas y que, cuando jugaban a su lado, parecieran superestelares.
Como buen aficionado de los Raiders, debo ser detractor de los Kansas City Chiefs, sin embargo, no puedo hacerlo con su mariscal de campo, a quien considero el mejor quarterback contemporáneo, sin punto de comparación.
Al igual que Tom Brady, el quarterback de los Kansas City Chiefs, Patrick Mahomes, no tardó mucho en dejar constancia de su calidad y talento.
En seis temporadas ha ganado dos Trofeos Lombardi, ha llegado a cuatro finales de conferencia y, desde su arribo a la liga, solamente ha faltado a un Pro Bowl.
No hay margen para especulaciones: es la nueva superestrella de la liga desde hace un par de temporadas.
A diferencia de Brady, Mahomes posee habilidades físicas natas para los deportes.
Lo lleva en la sangre: su padre fue lanzador de las Ligas Mayores por 11 temporadas.
Patrick Jr. se acostumbró desde su primer día de vida a estar en estadios de primer mundo, a los fanáticos; a convivir con la fama, el deporte y los lujos que conlleva ser un atleta profesional de primer nivel.
Para él es natural el ritmo de vida que lleva actualmente.
Durante 40 años de mi vida he sido espectador del futbol, y he visto muy pocos casos de jugadores capaces de hacer lo que ha hecho Mahomes.
Y no me refiero a triunfos, jugadas espectaculares o estadísticas: he visto a un hombre madurar impresionantemente a los 28 años, quien, a pesar de ser un superdotado y tener la capacidad de brillar con sus destrezas físicas, prefiere hacerlo con su liderazgo, mesura y habilidad mental.
Está sembrando para ganar más, permite que sus compañeros también brillen y, al igual que Brady, se está cuidando para alargar más tiempo su carrera.
El egresado de Texas Tech ya no corre para lograr un primero y diez; prefiere lanzar, se desliza cuando acarrea el ovoide, no fuerza jugadas de doble o triple cobertura, y se nota que disfruta, que se divierte como cuando uno era niño y salía a jugar con sus amigos.
A diferencia de jugadores como Peyton Manning, Dan Marino o el mismo Tom Brady, Mahomes no es tan serio, pero sí inteligente para dirigir sus ofensivas; hace lecturas bastante buenas de las defensivas, posee liderazgo para hacer que sus compañeros brillen, y sabe ganar en temporada regular, pero también en postemporada.
En lo que se refiere a estadísticas, el número 15 de los Chiefs es un peligro para los récords de Brady.
En tan sólo 6 temporadas posee marcas dignas de un miembro del Salón de la Fama: ha jugado 80 partidos de temporada regular y tiene 64 victorias por sólo 16 derrotas; ha lanzado 192 pases de anotación por solamente 49 intercepciones; y tiene un rating de 105.7 puntos, algo que el mismo Brady, Montana y Manning envidiarían.
Cuando escribo esta columna desconozco el resultado del partido de ayer contra los Lions, sin embargo, independientemente del resultado, creo que la National Football League tiene un nuevo monarca en solitario: su Majestad Patrick Lavon Mahomes II.