La temporada de la NFL llegó a su mejor momento. Este fin de semana tendremos la ronda divisional, y los ocho equipos involucrados tienen el talento suficiente para llegar a la edición 59 del Super Bowl, el cual se va a llevar a cabo en New Orleans el próximo domingo 9 de febrero.
A esta instancia llegan los equipos que más fuerte cerraron la campaña regular y que jugaron mejor en la ronda de comodines, y, salvo el juego de Buffalo Bills y los Baltimore Ravens, el resto tiene un claro favorito en las apuestas (aunque no siempre se cumplen los vaticinios).
En la Conferencia Americana, el sábado por la tarde los Kansas City Chiefs saltan como grandes favoritos al recibir a los Houston Texans, quienes sorprendieron a propios y extraños en la ronda de comodines al apalear a Los Angeles Chargers, haciendo ver muy mal al quarterback de los californianos, Justine Herbert, quien mostró su novatez en postemporada y fue interceptado en cuatro ocasiones.
El escenario este sábado será muy diferente para los Texans: enfrentarán en el Arrowhead a los Kansas City Chiefs y a Patrick Mahomes, el mejor quarterback de la liga para jugar bajo presión y un ganador natural; además, con mucha experiencia de postemporada y Super Bowl.
La especialidad de Andy Reid y Mahomes en su carrera ha sido ganar, y ganar los partidos complicados.
El mismo sábado, pero por la noche Los Angeles Rams visitarán Philadelphia para enfrentar a las imparables Eagles, un equipo que tiene todo para ser campeón: un buen quarterback con Jalen Hurts, el mejor corredor de la liga en la persona de Saquon Barkley, y una defensiva que se ha convertido en una muralla.
Son la unidad más encendida de la liga.
Los Rams han jugado mucho mejor de lo esperado. Se han podido levantar de un inicio muy lento, donde incluso llegaron a estar con récord de 1 -4; sin embargo, han repuntado y son un rival de cuidad.
Aunque Philadelphia es un equipo muy completo y contendiente a llegar al Super Bowl.
El domingo, los sorprendentes Washington Commanders —un equipo que demostró en la ronda de comodines que es real— se medirán a los Detroit Lions, el equipo más fuerte de la conferencia y el que tuvo el mejor récord de la Conferencia, por lo que serán locales toda la postemporada, excepto en el Super Bowl.
Detroit solamente necesita jugar como lo hizo todo el año para llegar al Super Bowl.
Son un equipo muy explosivo a la ofensiva, pero también pueden montar series sostenidas y consumidoras de reloj.
Además, su defensiva no es la mejor, pero sí muy buena, y sabe cómo presionar a los contrarios para ganar partidos importantes.
Finalmente, los Baltimore Ravens enfrentarán a los Buffalo Bills en un duelo entre dos equipos muy buenos y con ataques devastadores, comandados por dos quarterbacks a los que solamente les falta ganar un Super Bowl para consagrarse en la NFL.
Josh Allen y Lamar Jackson son dos extraordinarios mariscales de campo con múltiples habilidades, solo les falta el título para pasar al siguiente nivel.
Han quedado a deber por no ganar el partido trascendental, donde se separan las leyendas de los buenos jugadores.
Bien dicen que los pateadores ganan juegos, por ello es fundamental que los equipos que llegan a esta instancia puedan tener buenos kickers, que son los encargados de los goles de campo.
Kansas City tiene como kicker a Harrison Butker, un veterano y prestigiado jugador que en 2024 ha tenido un año complicado; de hecho, se ha visto impreciso en intentos de 50 o más yardas, sin embargo, ha jugado partidos con presión y tiene experiencia en resolver un juego en una patada.
Los Texans tienen como pateador de goles de campo a Ka’imi Fairbairn, un veterano de 30 años, pero que no se caracteriza por la consistencia: tiene pierna para anotar un gol de campo de 60 yardas, pero puede fallar un punto extra.
Los Texans lo necesitarán certero.
En el otro duelo de la Americana, Justin Tucker, de Baltimore, fue el mejor de la Liga por muchos años; sin embargo, ya le ha pegado la veteranía y no cerró también como otros años, pero tiene experiencia y sabe manejar la presión mental.
Por su parte, Tyler Bass, de los Bills, tiene una pierna muy fuerte, pero suele ser impreciso en intentos de 40 a 50 yardas, y el viento es factor en Buffalo en esta época del año.
En la Conferencia Nacional, Philadelphia ahí sí tiene un serio problema: su pateador Jake Elliot es muy malo para intentos de más de 50 yardas, solo acertó uno de siete intentos.
Si dependen de él para ganar, no les veo un gran panorama.
Mientras tanto, el novato Joshua Karty ha jugado muy bien con los Rams; ha demostrado tener una buena pierna, sin embargo, será importante verlo con la presión de definir un partido y una temporada con una patada.
Los Lions tienen a Jake Bates como su pateador, quien es muy efectivo en intentos de 45 a menos yardas; la ventaja que tienen es que conoce su estadio y jugarán en un domo, sin las inclemencias meteorológicas como factor.
Por su parte, Washington tiene a Zane Gonzalez, un “trotamundos” que ha pasado por varios equipos en su carrera, pero que la semana pasada los llevó a la victoria; es quiza la única virtud fuerte que tenga en este momento, porque su temporada y trayectoria han sido muy grises.
Nos esperan buenos partidos y el domingo por la noche ya tendremos definidas las finales de conferencia.
¡Aprovechemos y disfrutemos de los excelentes duelos de la ronda divisional!