La pelea por la candidatura de Morena para la gubernatura del Estado de México en el 2023 comienza a tener un ring más claro, el de Texcoco. Ayer, en el mitin como de precampaña del senador Higinio Martínez, perdón, en el evento de Mexiquenses de Corazón, el discurso del texcocano dio un ligero movimiento de noventa grados, pues el político busca ahora dirimir las diferencias que ha tenido tanto con Defina Gómez como con Horacio Duarte.
Está más que claro que Higinio no quiere llegar al método de encuesta como anunció la dirigencia nacional, pues sabe que quizá no sea favorecido como lo sería la maestra Delfina. Por ello en su mitin en Toluca, muy poco austero por cierto, con sistema de producción de video, grúas y grandes pantallas, drones y audio profesional, nombró ahora sí tanto a la secretaria de Educación como al responsable de las Aduanas para que se acuerde quién será el candidato, sin llegar a una encuesta porque incluso podría ser costosa, dijo.
Ahora resulta que les preocupa el costo de un ejercicio así luego de lo que ha pasado con las consultas ciudadanas federales.
Y es que prácticamente sus esperanzas se están diluyendo, tanto que en sus líneas también dejó claro que no tiene obsesión por ser el candidato a la gubernatura por Morena, abundó en que si le toca pues lo tomaría a bien, pero que de no ser así lo respetaría y no habría diferencias con sus compañeros de otros grupos, según.
El pronunciamiento dejó por segundos en silencio total a casi todos los asistentes y a quienes lo acompañaron en el escenario que instalaron en la calle Lerdo de Tejada, un costado del palacio de gobierno estatal.
Los texcocanos Delfina Gómez, Horacio Duarte e Higinio Martínez están haciendo una telenovela priista, remarcando las diferencias entre los grupos morenistas. Coincide que los tres emergen de la cuna mexiquense del morenismo y que al menos dos de ellos ya tiene alta experiencia en elecciones estatales, ambos con batallas perdidas ante el PRI.
Un mes dan como máximo para que se carguen los dados al bueno de Morena, pues por ley el ungido tendría que ser destapado hasta finales del año.
Fue en este mismo acto en el que el morenismo estatal criticó las tarjetas rosas del gobernador Del Mazo. Expresaron que deberían ser catalogadas como un crimen y un delito por lucrar con la necesidad de las mujeres. Se les olvida que la bandera del presidente López Obrador son las tarjetas del bienestar, las de los adultos mayores, las de los jóvenes construyendo el futuro y todos esos apoyos que se otorgan a los más necesitados.
Los morenistas deberían alinear bien su discurso para no caer en contrariedades en el afán de criticar lo estatal y raspar los logros federales.
Se viene un duro escenario para el Grupo Texcoco, los dados cargados, que dicen que no hay, hacia la maestra Delfina son notorios, y de ahí las diferencias públicas que hemos visto en las últimas semanas.
Germán Zepeda