Que no todos en Morena ven con buenos ojos la llegada de Pablo Gómez a la Unidad de Inteligencia Financiera e incluso ponen en duda el efectivo combate a la corrupción que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador. Las voces inconformes recuerdan que en 2006 el ex perredista decidió cerrar la comisión especial que investigaba a Manuel y Jorge Bribiesca, hijos de Marta Sahagún, además de que no salía de las oficinas de Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray y Aurelio Nuño, donde se delineaban las reformas priistas, aunque lo mismo ocurría con los otros líderes del Pacto por México.
Que, para que quede claro, el presidente del PRI, Alejandro Moreno, mandó decir a Palacio Nacional que ellos dan por cerrado el tema de un eventual apoyo a la reforma eléctrica, luego de las declaraciones del dirigente de Morena, Mario Delgado, de que era tiempo de “borrar” al tricolor del mapa político nacional. La negativa del priismo adquiere una dimensión mayor si se toma en cuenta que en el debate del Presupuesto el partido guinda no concedió ni uno solo de los cambios propuestos por la oposición para reasignar el gasto.
Que esta semana se cierra la etapa de investigación complementaria en el caso Agronitrogenados, proceso que se sigue a Emilio Lozoya, ex director de Pemex. Cuentan que su defensa está confiada en lograr el acuerdo reparatorio en estos días, por lo que no solicitará que se aplace el cierre de la indagatoria. La pregunta clave es si los 3.4 millones de dólares que ofrece el ex funcionario serán suficientes o de plano recurren al crédito para ampliar su saldo.