Que aunque sigue resonando entre los opinólogos el presunto impacto que podría haber causado el reciente acercamiento de la ex candidata ex priista Alejandra del Moral al grupo de Higinio Martínez, Senador morenista que va y viene de su curul como si de un columpio se tratara, la realidad es que es muy poco lo que ella aporta a alguna causa política. Se analiza que personalmente nunca ha sido un imán de masas ni nada por el estilo, y las huestes que en su momento inflaron sus mítines eran organizadas por su anterior partido.
Hay quienes plantean que, antes bien, carga con muchos negativos. Amén de la estrepitosa derrota ante la actual gobernadora, tiene rechazo de algunos sectores incluso desde que fue alcaldesa de Cuautitlán Izcalli. Así que no preocupa mucho la jugada política y las apuestas son más en el sentido de la reacción presidencial, que dio cobijo a Del Moral en una oficinita de la administración federal y ahora anda distraída en la grilla del terruño.
Que hablando de definiciones, debido a que los tiempos políticos hace mucho que perdieron calendario y se dan cualquier día de cualquier año, en la capital mexiquense ya comienzan a sonar (o a resonar) nombres de todos los colores. Los momios no están tan decantados por algún partido, pero sí por un género, ya que son más los perfiles femeninos que se ven en el horizonte. Los días corren raudos.
Que hay algunas cosas a las que la ciudadanía se acostumbra rápido y la ausencia de desfile revolucionario fue una de ellas. Entre la precaución preventiva de protestas, hasta la etapa de pandemia y luego los ajustes de fechas para acomodar fines de semana largos, pareciera no haberse percatado nadie que hace más de una década se olvidó esta tradición. Sin embargo, ahora el Ejecutivo estatal la ha retomado con un éxito memorable. Enhorabuena.